Cita a Ciegas! /Chanjin

01

Hyunjin

Eran las 7:10 de la mañana de un viernes último día de la semana antes del finde semana, era un viernes soleado y que se veía como estaría así el resto del día, me había despertado hace veinte minutos, me había dado una ducha, arreglado, peinado y estaba llendo al cuarto de la puerta verde donde tenía el nombre de mi hijo menor "Seongie", golpee la puerta despacito y lo llame, al no oír respuesta me adentre en el cuarto viendo como estaba tapado de pieza a cabeza abrí un poco las cortinas para que entrara un poco el sol y me senté en la cama y destape la parte de superior donde se suponía que tendría que estar su cabeza castaña, pero en lugar de eso encontré una almohada vacía, reí suavemente y destape el otro extremo y vi al pequeño Seong durmiendo abrazado a su peluche, le di una caricia en su suave cabello y le dejé un beso en la frente 

— Seongie cariño… Arriba que hay que desayunar… — se removió haciendo un puchero y abrió un ojo, me vio y se giró para seguir durmiendo, reí y negué — Vamos bebé, hay que levantarse, por favor levántate mientras voy por tu hermano — me levanté de la cama y salí del cuarto dejando la puerta abierta — 

Fui a la puerta de enfrente que ya estaba abierta, la abrí viendo la cama desordenada y sin el pequeño San durmiendo ahí, fui a mi cuarto y tampoco lo vi sobre mi cama como pelo solía hacer algunas mañanas, baje a la sola y lo vi mirando detrás de la puerta corrediza que daba al pateo 

— Sannie, que haces aquí cariño? — me acerque lentamente y me agache a su altura — 

Se quedó mirando el árbol que daba mandarinas y luego se giró mirándome para abrazarme y esconder su cabeza en mi cuello, San desde que puede caminar cuando soñaba con su papá Alfa suele ir hacia la puerta corrediza que da directamente hacia el árbol de mandarinas que planto junto a él

— ¿Soñaste otra vez con papá Alfa? — me levanté y acaricié su cabecita — 

— Si… Dijo que cuidará del árbol de mandarinas — dijo mirando el árbol — ¿Cuándo podremos comer esas mandarinas? — 

— Mmm pronto será época para poder comerlas pequeño, ahora vamos que te tienes que cambiar — sonreí y fuimos a su cuarto — 

Lo ayudé a vestirse como más le gustaba y fui a ver al pequeño Seong que estaba tratando de quedarse sentado sin volverse a quedar dormido, lo alce y le di besos en sus mejillas para ir a buscar su ropa, pero antes pidió con señas ir al baño lo lleve y lo senté en su bacín, lo dejé un momento solo para ir a buscar su ropita y cuando volví se estaba quedando dormido otra vez, se despertó y me hizo una seña con su manito que ya estaba, lo levanté y lo ayude a limpiarse y a qué sé lavará las manos con jabón, me sonrió y luego lo vestí, lo deje sentado con cuidado en el lava manos mientras limpiaba el bacín, San entro al baño y subió las escaleritas para llegar al lava manos y lavarse los dientes mientras Seong lo miraba 

Cuando termine ayude a San a enjuagarse la boca y le cepille los dientes a Seong y le enjuague la boquita para alzarlo secando le sus manos mojadas al igual que a San, salimos del baño y bajamos con cuidado las escaleras para ir a la cocina senté a Seong en su sillita y ayude a San a sentarse en la suya les hice su desayuno y el mío para desayunar mientras San hablaba de su sueño 

— Papá Hyo-seop me dijo que era un niño muy bonito y que nos cuidaba desde arriba a los tres, me dijo que nos seguía amando tanto como siempre lo hizo… Dijo también que pronto podremos comer las mandarinas, verdad papi? — pregunto a lo que yo asentí — 

Podrá sonar loco que un niño de 5 años pueda soñar con su difunto padre, pero él lo hace al principio con su primer sueño con el luego de su muerte fue un shock y no lo entendía, pero con el tiempo entendí que San sonaba con el porqué de los dos niños él era el más cercano a su papá Alfa, hacían todo juntos, antes que él se vaya al servicio militar plantaron ese árbol y mientras yo los miraba con Seongie en brazos, no es que diga que él prefería a San, pero Seong era un bebé y cuando San dormía él hacía dormir a Seong mientras yo descansaba un rato para luego estar un tiempo juntos, luego entendí que cuando él se fue la conexión que tenía con San hizo que él pueda soñar con él, pero con los tres años que pasaron San soñaba con él una o tres veces al mes