Capítulo 2: Un mundo podrido

59 13 24
                                    

A partir de este capítulo, todo va a estar narrado desde la perspectiva de Tricia.
Puede contener material sensible.

━━━━━━━━◇◆◇━━━━━━━━

La primera vez que un niño se metió conmigo, sentí tanta ira e impotencia que no conseguí reaccionar. Esto pasó cuando cursaba el segundo grado de la primaria, en el patio de la escuela.
Muchos miraban impactados pero nadie hacía nada. La Tricia de siete años no entendía porqué nadie la ayudaba, pero ahora lo comprendo: a nadie le gusta meterse en problemas, y menos en problemas ajenos.

—¡Vamos niñita! ¡Dame la tarea o te arranco el cabello!— Me gritó el imbécil mientras me tiraba de una de mis coletas.

Intenté tomar mi mochila, pero mis manos temblaban y el miedo a quedarme sin cabello me tenía paralizada, solo lloraba y pedía que por favor me dejara en paz. Lo único que recibí como respuestas eran burlas y risas maliciosas. Estaba a punto de decirle "adiós" a mi bello cabello cuando vi que uno de sus amigos le alcanzó una tijera.

Era el fin. Adiós belleza femenina.

—Bueno... Hora de un corte.— Desde mi posición, pude verlo reírse, las tijeras acercándose a mi cabello, ansiosas por cortarme.

Apreté los ojos hinchados por las lágrimas, dispuesta a resignarme.

Sin embargo, la tijera no consiguió cortarme. De repente todo se llenó de un silencio incómodo, y antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, ese chico fue tomado desde atrás y lanzado lejos de mi.
La atención dejó de estar sobre mi, ahora estaba puesta en mi inesperado salvador.

—¿Qué tal si mejor te corto la puta lengua?— Le susurró mi hermano a mi abusador, muy cerca de su rostro y alzando la tijera con una postura amenazante.

El miedo que yo sentí se reflejó en el rostro del pobre infeliz que creyó que podía meterse conmigo sin afrontar ninguna consecuencia.

—¡Por favor, por favor! ¡Lo siento mucho, amigo, en serio!— Rogaba el chico entre mocos y lágrimas, el terror en sus ojos aumentaba a medida que Craig acercaba la tijera a su cara.—¡Era una broma, solo una broma, nos-nos estábamos divirtiendo! ¡No era en serio! ¡¿Verdad, Trish?!— Me preguntó con una mirada de súplica.

Yo no respondí, estaba bastante aturdida como para aportar algo.

—Ah, ¿no era en serio?— Preguntó Craig con frialdad.—Pues yo si voy en serio.

El brazo que sostenía la tijera se precipitó con velocidad, todos gritaron por la impresión. Yo cerré los ojos porque no quería ver semejante espectáculo. Los segundos pasaron lento, pero no oí una respuesta de parte del otro más que un grito de miedo que lentamente se apagó, siendo reemplazado por sollozos. Entreabrí los ojos, aún me inquietaba el miedo de no saber lo que encontraría.
Mi hermano clavó las tijeras al lado del niño, él se tapaba la mitad inferior de su cara y lloraba.

Pero lo peor y más humillante fue bajar la vista la enorme mancha de sus pantalones.

Sí que se asustó.

—No soy tan cobarde como para atacar a alguien desarmado, como otros.— Craig obligó al chico debajo de él a mirarlo a los ojos. Necesitaba que le entre en la cabeza el mensaje: "eres un puto cobarde".—Toma esto como una advertencia, porque la próxima vez que te metas con ella, te juro que mearte encima va a ser la menor de tus preocupaciones. Vas a desear que tu madre no haya abierto las piernas.

Fall in Line║ «South Park»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora