Toda la obra debe de ser homogénea en estilo

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Parte 38: Toda la obra debe de ser homogénea en estilo

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Veremos algo que te enseñan en cualquier taller de escritura creativa. Lo hago porque muchos escritores no tienen disciplina y actualizan sus obras luego de varios meses, incluso años aunque no lo crean. La figura se da más con los fanfics, por ejemplo, alguien se anima a escribir una historia con los Minions, pero como ya vimos, el solo entusiasmo inicial no basta, procrastinan el escribir un nuevo capítulo y solo escriben nuevos luego de estrenarse otra película de la franquicia, de esa forma su historia sigue en proceso por años y años y nunca la terminan.

Con las historias originales, aparte del tema de no ser constante, se presenta otro problema a la hora de retomar un nuevo capítulo: se rompe el estilo de prosa de la obra en su conjunto. Esto no es una sorpresa, el ser humano se caracteriza por tener un corazón veleidoso, lo que nos gusta como novedad, pronto será remplazado por otra tendencia, ya saben: "La moda es pasajera", por consiguiente, es natural que la prosa del autor cambie mucho de capítulo en capítulo si no actualizamos de forma periódica.

Es un error de novato que cada capítulo tenga una prosa diferente a menos que así lo hayas planeado por anticipado. También es un error que una obra no se decida si es de comedia o drama o cualquier otro género, algo que se ve mucho en lo que nos da Hollywood al no decidirse por el feeling del filme en cuestión, siendo pocas las películas que mezclan varios géneros y lo hacen de manera creíble como ser los dos filmes de La Momia de 1999 y el 2001 con Rachel Weisz.

Sucede que una obra empieza como comedia y termina como drama, esto no tiene nada de malo, lo malo radica en que estos géneros cambian de capítulo en capítulo sin que el autor lo planee de esa forma. Mencionaré un ejemplo de cómo cambió mi prosa en un fanfic: El poder de la WordForce; ambientada en el anime de Macross 7, empieza como comedia y termina como drama, ¡no lo planee de esa forma!, pero al menos fue un cambio gradual, poco a poco las risas dieron paso a aspectos más serios y deprimentes. Odio el drama y al terminar mi obra, fui al baño, me miré al espejo y dije: "!Luis, su nombre artístico es Luuuis!", uy, perdón, me equivoqué de canción, continuaré, el golpe que me dio la catarsis dolió, pero me ayudó a mejorar como escritor y lo más importante: el estilo de prosa no varió de golpe de capítulo en capítulo, todo gracias a la constancia de actualizar una vez por semana.

Repito, puede que el estilo de prosa cambie en tu obra a lo largo de los capítulos, pero no debe cambiar de forma abrupta entre los mismos, eso es no tener homogeneidad en tu libro.

¿Existe una excepción a la regla? ¡Claro que sí!, un filme que amas u odias, no hay término medio, pero eso no lo vamos a analizar aquí.

Thor, Ragnarok, sufre un quiebre serio de homogeneidad, unas partes son comedias y otras son dramas en una secuencia rotativa. El filme son dos películas en una; una parte es la comedia con el superhéroe atrapado en el planeta de la basura muy inspirado aquel en Alita, ángel de combate; la otra película tiene un lado serio, dramático y que termina en tragedia, ambientada en el planeta plano de Thor.

Como consejo para mantener la homogeneidad a lo largo de tu obra, recomiendo leer el capítulo anterior antes de escribir uno nuevo.

Vuelvo a repetirlo, una de las causas para la falta de homogeneidad en tu libro es dejar pasar mucho tiempo antes de actualizarlo; también se debe a las prisas por cumplir ciertos plazos de tu editorial.

CONTINUARÁ...

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