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Las paginas de un libro eran volteadas cada vez que cierto peli añil las terminaba de leer.

Aquel mismo peli añil estaba sentado en la orilla de una cama que aparentemente era suya. Sus ojos igualmente añiles veian las letras en las hojas sin mucho interés en querer al menos saber de que trataba.

Su rostro era un completo misterio, paro sus pensamientos no.

Quizás debía concentrarse más en lo que leía, que en lo que pensaba.

Pero no podía dejar de pensar en lo confuso que era recordar como cierta peli blanca lo miraba con miedo, sus manos temblaban levemente cada vez que hablaba tratando de sonar decidida y firme con lo que había dicho.

¿Por qué dijo eso? ¿Si todas las expresiones y acciones decían todo lo contrario?

¿Qué...oculta? o...no lo hacia.

El libro Fue cerrado de golpe, resonando en toda la habitación el sonido que dejó, además de saberse  que ¿Él lector termino de leer? o bueno, paro de leer.

Sus ojos añiles se dirigieron hasta la ventana que había en esa habitación - -la ventana te podía hacer ver el patio que había afuera- bajo su mirada por un rato y nuevamente miro la ventana ¿Tan rápido pasó el tiempo?

Apenas pequeños y grandes rayos naranjas iluminaban la habitación.
Todo eso solo daba a entender que el sol se estaba despidiendo y daría pase a la luna; la noche.

Aún así, él podía recordar todo lo que paso en la mañana como si fuese esa mismísima mañana. ¿Como no hacerlo?

...

¿Tú en realidad aceptaste ese compromiso?

Una pregunta simple, que tiene de respuesta una igual.

— Si.

Sus ojos carmines lo miraron sin brillo alguno en ellos, antes habían al menos unos pequeños brillos en ellos que hacía que se vean más hermosos.

Su cuerpo temblaba, aunque no estuviese haciendo frío y el otro solo la miro con sorpresa mezclado Con un poco de molestia.
— ¿Tú no?...¿verdad?— ¿Por qué trataba de sonar tan decidida? No había algún arrepentimiento en su respuesta, pero sus acciones decían a gritos que "¡No!"

— ... —El peli añil solo frunció el ceño para luego mirar a la otra con desagrado.
— ¿Por qué crees que te lo pregunte? Oh...si, eso ya no importa lo que importa es que me diste tu respuesta y vaya que no me espere menos de ti ¿sabes qué las personas como tú son una mierda? Solo desean joyas, lujos y oro.— Sonrió notando la mirada de la otra que estaba confundida y levemente sorprendida.

Se acerco más a ella, estando a escasos centímetros de la contraria, que estaba en completo silencio debido a sus palabras, y susurró en el oído contrario.
— Solo das pena.

Nada más dijo esas tres palabras, porque la albina lo empujo levemente y retrocedió a la vez mirando como el peli añil soltó un casi inaudible quejido.
— ¡Tú no sabes nada!...¡Y él que da pena aquí eres tú! — Gritó mirando al otro con enojo y desentendimiento. Suspiro notando al otro que solo la  miraba con desinterés por sus recientes palabras. — Me retiro.— Dicho eso comenzó a caminar en dirección a la salida, no antes de irse por completo el peli añil hablo.

— ¡No creas que solo por tener la aprobación de mi madre y el compromiso, nos llevaremos bien, Kazu!

La nombrada paro al escuchar las otras palabras, pero luego siguió caminando sin importarle mucho lo otro.

Destinos comprometidos| ᴋᴀᴢᴜꜱᴄᴀʀᴀ/ꜱᴄᴀʀᴀᴋᴀᴢᴜ (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora