1. Hojas de otoño

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Un día

Le escribí una cartamuy, muy Iarga a la luna.Encendí una pequeña velasabiendo que no brillaría más que tú.

Fuera de la ventana, los árboles en otoño se mecían al viento, donde las hojas cafés, secas y trizadas, caían con lentitud y aterrizaban en las orillas de las ventanas del salón, como asomándose para ver lo que había dentro

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Fuera de la ventana, los árboles en otoño se mecían al viento, donde las hojas cafés, secas y trizadas, caían con lentitud y aterrizaban en las orillas de las ventanas del salón, como asomándose para ver lo que había dentro.

Lee Felix veía como las hojas quedaban atrapadas en la hendidura de las ventanas, y se sintió triste porque él también se sentía atrapado, seco y trizado, dentro del salón.

De repente escuchó como decían su nombre, una voz falsamente amable llamándole a lo lejos.

Cuando volvió a la realidad, ser observado por varios pares de ojos le hizo sentirse irritado más que cohibido.

—Te toca, Felix—ssi.

Carraspeó, evitando mirar a la beta sentada frente a él y a todos los Alfas y Deltas que le miraban extrañados, preguntándose que hacia ese lindo Alfa en un grupo de apoyo para Alfas que trataban de controlar su violento lobo interior.

Lee Felix no parecía un Alfa violento, su expresión pérdida y relajada le hacía parecer un Alfa normal. Su cara de mejillas abultadas y suaves contrastaba con su cuerpo delgado de músculos y piernas gruesas y fuertes.

Parecía un Alfa normal.

Hasta que te miraba a los ojos.

Todos los Alfas y Deltas lo sintieron, el aura de rabia e ira, cuando el chico levantó la mirada luego de unos segundos y la paseo por la sala, deteniéndola en cada par de ojos del circulo a su alrededor.

No era un Alfa normal, ellos lo sentían.

—Mi nombre es Lee Felix, tengo 20 años y soy un Alf...Omega, estoy aquí porque mi querida psicóloga me obligo, diciendo que si no venía le iba a decir a mi madre que le robé el auto para irme de putas — explicó con desinterés. —Según ella, tengo un jodido complejo de Alfa, así que para empezar a ser menos violento tengo que aceptar mi maldita naturaleza, a mi lobo interior y blablaba, qué se yo — se encogió de hombros, para luego recostarse contra la silla. —También dice que tengo que ser estúpidamente sincero, no mentir y toda esa mierda. Así que estoy intentado ser lo más sincero posible, en conclusión me presentaré otra vez.— esta vez su expresión cambió, dando una bella sonrisa rígida y amenazante. — Hola, un gusto conocerlos, soy un Omega pero sí a cualquiera de ustedes se les ocurre olerme el trasero les juro que voy a meterles el lobo interior por el culo.

4 O'clock || CHANLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora