Narrador
-LANA!-grito la castaña mientras perseguía a la pequeña de cinco años
-Vamos amor, solo tomará unos minutos-intento convencer el mayor
-no, malo- dijo la menor señalando el cepillo de cabello
Y esta era la rutina por la que pasaban Joyce y Hopper todos los días, la pequeña o mejor dicho gran lucha de peinar a su hija de tan solo cinco años, Lana Hopper..
-Lana, ya hablamos de esto- dijo ya cansada
-no quiero-dijo haciendo un puchero, eso significaba una sola cosa, iba a llorar
-no, no, no- dijeron los adultos a la misma vez mientras se acercaban a su pequeña intentando que no llore, la verdad es que su hija al llorar, había captado la atención de todos los vecinos, y no de una buena manera, recibiendo así varias quejas de parte de estos
-entonces... ¿puedo ir así? - pregunto con sus típicos ojitos de perrito
-oh no, no, eso de vuelta no, no pienso mirarte -respondió Hopper mientras se volteaba hacia otro lado
Un silencio inundó la sala...
-eres igual a tu madre- dijo rendido mientras volteaba -que te parece si solo te hacemos un lindo moño, sin usar el cepillo de cabello eh? -sugirió
-umn- penso la menor -está bien
Hopper comenzó a hacer el pequeño moño mientras Joyce terminaba de alistar la mochila de su hija, que por cierto la mochila era más grande que su pequeña, cosa que a ambos les causaba mucha gracia.
Minutos después ya habían llegado a el colegio, Lana entró sin protestar, desde niña no tenía problemas con el tema de irse con extraños, cosa que a Joyce le preocupaba un poco, pero a Hopper le ocurría todo lo contrario, el decía que no era algo por lo que preocuparse, y que seguramente en ocasiones de peligro era igual de fuerte que su madre.
Tengo una relación de amor y odio con esto ( si demasiado corto)
