You can't, Can't You?

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La noche no podía ser más perfecta para él, de hecho, estaba completamente seguro de que, si se hubiese planeado, las cosas no marcharían tal y como sucedían en aquellos momentos, el tener la compañía de ese precioso hombre frente a él, aquel que le hipnotizo desde la primera vez que poso sus ojos en él, le hacía sentirse inmensamente dichoso.

La cita fue un tanto peculiar, como todas las reuniones que tenían desde que se conocieron, pero a ninguno de los dos parecía importarles mucho que no siguieran un orden apropiado, aunque claro, la relación que tenían no era nada convencional y por tanto podía funcionar de esa forma, y para concluir con el día, decidieron ir a cenar a uno de los mejores restaurantes de todo Corea del Sur.

Ambos se encontraban sentados en un rincón apartado del resto de los demás comensales, solicitaron una mesa cerca de uno de los grandes ventanas que les permitían disfrutar de la bella vista de la ciudad, sin embargo, desde que habían entrado al lugar, el menor se habia estado comportando de manera extraña y ahora jugueteaba con la comida de su plato sin prestarle atención al mayor.

- ¿Tan mal esta la pasta? – le pregunto preocupado, por ser un hombre de costumbres el solo comía el mismo platillo cada vez que acudía a aquel lugar, por lo que desconocía si los otros platillos sabían mal.

Su acompañante le miro desinteresadamente dejando caer el tenedor con el que movía la pasta de un lado a otro, era evidente que estaba a punto de responderle, pero de pronto se quedó rígido y desvió su vista hacia detrás del mayor, quien instintivamente se giró y observo como una mujer mayor se acercaba a su mesa con prisa.

- Tía – menciono el menor poniéndose de pie al tiempo en que la mujer lo abrazaba y le daba varios besos en sus mejillas - ¿Has venido sola?

- ¡Oh, no! – dijo la voz en tono agudo – Tus padres no tardan en llegar – le sonrió dándole una palmada en el antebrazo y en eso se le ocurrió una idea - ¿Por qué no se unen a nosotros? – pregunto mirando directamente al acompañante de su sobrino con la esperanza de saber con quien era aquel sujeto apuesto.

El mayor se puso de pie y saludo a la mujer, con una sonrisa acepto la invitación, sin embargo, ninguno de ellos espero que de pronto el menor frunciera el ceño y le mirara con irritación, aquella era la primera vez en que recibía ese tipo de hostilidad por parte del otro y le tomó, completamente, desprevenido.

- No será necesario, tía – menciono con voz neutral – Ya nos vamos...

Sin esperar una respuesta de su tía o de su acompañante les dio la espalda y salió del restaurante, el mayor se despidió apresuradamente de la mujer y corrió hacia la cajera para pagar por la cena que apenas y habían tocado para salir corriendo tras él otro con la intención de exigirle una explicación.

- ¡J-Hope! – Taehyung le tomo de la muñeca impidiéndole seguir avanzando, aunque los dos ya se encontraban en la acera, muy lejos del restaurant - ¿Qué rayos fue eso?

- ¡Tú y yo terminando nuestro pacto! – le espeto en la cara jalando su brazo para liberarse de su agarre

- ¿De qué diablos hablas? – inquirió molesto refrenándose a sujetarlo de los hombres y estrujarlo - ¡Yo no he incumplido con tu condición!

- ¡Por supuesto que sí! – J-Hope le dio con fuerza un golpe en el pecho haciéndolo retroceder - ¡Te dije que nada de etiquetas, te lo dejé bien claro cuando me dijiste que te interesaba! – le dio otro golpe - ¿Qué es lo que pretendías al querer conocer a mis padres?, ¿eh? – otro golpe - ¡Querías ponerte una etiqueta que te relacionara a mí!

- ¡Iba a decir que somos amigos!

- ¡No lo somos! – el menor frunció el ceño – Tu y yo no somos nada...