Una compañía cuernuda.

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—Layker...

—H-Hola—El tigre mueve los ojos incómodo y velozmente por todos los individuos de la sala.

Louis.

Legosi.

Jack.

Y yo.

Lo veo tragar grueso, sus orejas se sacuden ante los nervios de tantas miradas y luego se esconde tras la puerta.

—Mejor vengo después. Perdón por interrumpir—Dice en murmuros.

Ladeo la cabeza con una sonrisa divertida—Anda, pasa gatito. No te preocupes. Mis amigos ya se iban ¿Verdad?—Palmeé la espalda de Legosi y Jack con fuerza excesivamente innecesaria.

Una señal sutil de que fueran.

—A-Ah, claro. Claro. Nos vamos—Jack me mira confundido—¿Acaso no te caía mal?—Murmura.

—Cambié de opinión, ahora vete. Ese tigre no se va a acercar a menos que ustedes no estén.

Legosi voltea a verme sobre su hombro—¿Estás segura?

—Sí. ¡Fuera! Ustedes no pueden ser mi única visita.

Louis se cruza de brazos—¿Y cuál es la prisa? Apenas habíamos llegado.

Le miré con una ceja levantada—¿Ustedes no deberían estar en clases?—Sonrío con los dientes expuestos—Creo que deberían ir.

—Sí, al igual que él—Louis señala a Layker con un movimiento de cuernos.

Layker sonríe con nervios. ¿Se escapó de clases?

Suspiro—Ven, Layker.

El felino se despide con la mano de Legosi y Jack, que fueron los únicos que no protestaron totalmente por mi petición. Sin embargo, Louis parecía negarse a irse.

—Louis. Gracias por tu visita. Eres bienvenido en cualquier momento...Menos ahora—Le dediqué la sonrisa más linda y amigable que pude. Ojalá me haga caso, venado testarudo.

 Louis se da cuenta que no es bienvenido, ya no más. Así que todo digno se da la vuelta hacia la puerta, pasando a un lado de Layker para luego darnos a ambos una mirada por sobre encima de su hombro—No hagan cosas raras estando en la enfermería.

—¿Así como las cosas raras que tu y yo hicimos esa noche aquí?—Bromeo con un tono bajo y coqueto. Louis me da una mirada de muerte y luego se retira en silencio, ni siquiera se despide de Layker.

El pobre felino parece respirar luego de que Louis se va—Da miedo. No entiendo cómo puedes jugar así con él. Yo apenas puedo mirarlo a los ojos.

Le sonrío—Olvídate de él, no importa—Mis ojos bajan por sus brazos rayados hasta aterrizar en sus manos que tenían un ramillete de flores hermosas—...¿Son para mí?

Entre Garras y Astas [Beastars. Louis × Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora