Estaba jodido
Lo supo en el momento exacto en el que entró por la puerta de esa habitación con sus labios en los contrario, sus manos recorriendo la piel tersa y lechosa del menor, las manos del más alto en todo su cuerpo. Sintió que desfallecía cuando estas tomaron sus muslos haciendo que enrollara sus piernas alrededor de la cintura del otro, supo que la había cagado cuando enredó sus manos en el cabello rubio de su acompañante y cuando su corazón no dejo de acelerarse todo el tiempo que estuvieron unidos, su cuerpo se erizo por cada toque, su mente se nublo de placer y deseo, supo que no había marcha atrás cuando en medio de los besos que le daba el mayor para llevarlo al límite, de sus labios salió un "Te amo Soob"
El rubio solo le sonrió, con sus labios rojos y brillosos, sus hoyuelos a cada lado de sus mejillas, esos ojos oscuros que lo observaban con deseo.
Pero era todo
Deseo
Entre Soobin y Yeonjun solo había un profundo y ardiente deseo que los consumía y terminaban saciando.
Lo observo a su lado colocándose su ropa interior y se preguntó ¿cuántas veces van ya de esto?, era una de esas veces donde se dijo a si mismo que iría a hablar con Soobin para terminar aquello que tenían y quedar solo como los buenos amigos que eran, pero bueno; las cosas no salieron como quería, pues ahí está, desnudo en la cama de su supuesto mejor amigo.
cosas que pasan ¿no?
Soobin prosigue con los jeans sueltos que tenía puestos antes de que Yeonjun los quitará porque estaban estorbando, se da la vuelta acomodando su cabello y observa al mayor aún en su cama luciendo tan hermoso como siempre, con algunas marcas en su cuello y pecho, que él mismo se encargó de dejar, con la sábana solo cubriendo lo necesario, y como las veces anteriores que han hecho lo mismo, Soobin piensa que su hyung es el chico más atractivo que sus ojos han visto.
Yeonjun mantiene su mirada en él, haciendo que Soobin le dedique una sonrisa de lado mientras toma la camisa negra que estaba en la esquina de la cama apunto de caerse.
—Hey, ¿has perdido peso últimamente? estás más liviano, ¿no estarás haciendo dietas extremas de nuevo, verdad?— Pasa la prenda por su cabeza acomodandola una vez cae en su torso, toma asiento al lado de Yeonjun acariciando sus cabellos negros y lacios. Bajo sus manos Yeonjun se siente como un gato en busca de afecto de su dueño y aunque es vergonzoso solo pensarlo, no se detiene a demostrarle a Soobin que cualquier toque suyo era bienvenido.
—Si pero no, estudiar me cansa, es todo— le miente una vez más, si le dijera la verdad, Soobin no lo dejaría pasar. El rubio lo mira con desconfianza, pero la sonrisa coqueta que el pelinegro le dedica calma su preocupación así que olvida el tema
—No vas a bañarte? tenemos clases dentro de media hora—Soobin se acerca a él y le deja un beso en la frente
—Ya voy, ¿Puedes buscar mi bolso? lo deje en la sala— Soobin asiente y ve a Yeonjun rodar en la cama hacia el otro lado, agarra la sabana y tapa todo lo posible de su cuerpo, camina hacia el baño bajo la atenta mirada del rubio.
Así se resumía su relación
Una clase de atracción que los hacía cometer errores y la relación más protectora que alguien puede tener.
