El olor a cigarrillo inundó sus fosas nasales en el momento que abrió la puerta que daba a la azotea, aquel lugar donde estaba específicamente prohibido subir, pero aun así lo hacía.
—¿Qué te he dicho de venir aquí a fumar?— El castaño volteó con el cigarro en sus labios, observo al pelinegro para después bajar el cigarro con sus manos
—¿Cuántas veces te he dicho que me importa un comino lo que me digas?— Beomgyu alzó su ceja en modo de pregunta hacia al mayor
—Insoportable— sonrió
—¿Qué haces aquí? ¿No me dijiste que terminarías con Soobin?, eso solo significa que ibas a tener una mañana ocupada—Yeonjun rodó sus ojos ante el comentario y se acercó a su hermanastro, no le gustaba que Beomgyu fumara, así que tomó el cigarrillo de sus labios entre sus dedos y lo tiró al suelo, aplastándolo con su pie, el menor lo miro con odio y golpeó su hombro. Yeonjun reposo su espalda en la baranda de metal observando a su menor, sus ojos ligeramente cansados, las ojeras debajo de sus ojos, y el disgusto en general en todo su rostro.
—Bueno, nuevamente no pude terminar con él, ¿qué no deberías estar en clases?— el castaño lo miró incrédulo, sabía que ese "no pude terminar con él" le faltaba un "termine acostándome de nuevo con mi mejor amigo y el chupón en mi cuello mal disimulado, lo demuestra". Agarró su mochila del piso sacando su cosmetiquera.
—Si pero me sacaron, la profesora Dahyun no me soporta, le da asco verme la cara— de ella saco un corrector y una brocha, siempre cargaba consigo su kit de maquillaje por si las moscas, nunca sabía cuando debía cubrir una herida o una cicatriz, en este caso salvarle el trasero a su hermanastro
—A Dahyun no le das asco, mejor di que te dio pereza entrar a clases de química y listo— Beomgyu le dedicó una sonrisa ligera, se acercó al mayor para acomodar un poco mejor la camisa que traía puesta y cubrió con corrector la mancha que se veía roja.
—Soobin parece un perro marcando territorio, no se como lo soportas— tomo la brocha y difuminó el producto en el cuello del mayor, Yeonjun tenía su cuello inclinado hacía un lado por lo que veía los demás edificios de su escuela.
—Costumbre, ¿tu qué tal?—
—Yo no permito que me traten como animal, imbécil, mi piel es delicada, si me dejan así como a ti, parecerá que sufro de violencia familiar— Yeonjun rodó los ojos ante lo dicho
—Preguntaba cómo vas tonto— Beomgyu lo observo un momento y volvió a lo suyo, esta vez tomó otra brocha y un polvo, sellando el corrector
—Me viste esta mañana, así que igual que esta mañana— tomó un spray y roseo un poco en la parte donde había tapado el chupón, se alejó de Yeonjun guardando su cosmetiquera en el bolso. Beomgyu utilizaba prendas anchas, cubría todo su cuerpo con capas de ropa por miedo a que alguien hiciera un comentario acerca de su peso, como constantemente lo hacía su madre.
—Beom, ¿Que hacías fumando?— insistió una vez más
—Dime, ¿cuándo piensas terminar con lo de Soobin? Mamá se dará cuenta en cualquier momento, ¿piensas arriesgar todo solo por un chico? —Odia cuando hace eso, cambia de tema como herramienta de defensa para no hablar sobre él, pero también sabía que si Beomgyu no quería hablar, era mejor no insistir.
—Lo intento pero es complicado, soobin siempre intenta la forma de desviar el tema principal—
—Si, con su p— Yeonjun colocó sus manos en la boca de Beomgyu, para que lo que fuese a decir no saliera de sus labios
—Modales niño— Beomgyu quito las manos de su rostro observándolo con disgusto, se agacho a tomar su mochila y a caminar hacia la puerta, dejando a Yeonjun ahí solo
—Termina con eso antes de que sea demasiado tarde y toques fondo Yeonjun—
tocar fondo
Estaba seguro que ya lo había hecho y no había vuelta atrás
Lo que Beomgyu quería decirle, era que saliera de eso antes de que se terminará enamorando y le sea imposible ponerle fin a esa confusa y extraña relación que mantenían.
Choi Beomgyu lo conocía muy bien, lo veía despeinado en las mañanas, conocía cada una de sus mañas en la casa, que no comía, que comía, que le gustaba, que no le gustaba. Sabía reconocer cuando Yeonjun ya estaba demasiado metido en algo, justo como ahora
Abrazo su cuerpo cuando el viento se sintió demasiado gélido, como si incluso este le estuviese diciendo, "sal de ahí antes de que rompan tu corazón".
La cuestión era, ¿cómo lo hacía?
No quería perder a Soobin pero decir que podían continuar como amigos luego de conocer sus almas al desnudo, sería mentir.
Porque Soobin no solo conoce cada esquina del cuerpo de Yeonjun desnudo, no, conoce a su corazón vulnerable, su sinceridad, sus heridas, esas que tanto se había esforzado en besar para que cicatrizarán, conocía todo de él y a ese punto, Yeonjun creía que nunca hubo un "amigos" entre ellos.
Pero no podían, nadie podía saber lo que Yeonjun hacía con Soobin o toda su vida se vendría a abajo, no solo la de él, también la de su padre.
