Parte unica

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 «La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora»

 -José Ortega y Gasset-

El cielo se despejó, las nubes desaparecieron a un paso tortuosamente lento y entonces cayó la noche como un balde de agua fría, solo se podía ver un cielo totalmente oscuro en el que lo único que brillaba era el astro de la noche, la luna. 

 Mientras miraba a los seres vivos que convivían de manera cotidiana, en un bosque cercano pudo ver a una pobre mujer que entre arbustos lloraba tan desconsolada, la luna se apiadó - ¿Qué te sucede? Porque lloras tanto?- pregunto a la joven, quien levanto el rostro lleno de lágrimas y con una expresión de eterno dolor - Oh! Mi joven amor- contesto para nuevamente echarse a llorar. 

 El astro no entendió a que se refería con «mi joven amor» pero estaba decidido a escuchar más, aunque no entendiera el dolor humano, quería escuchar y hacer algo por este ser que desperdiciaba lágrimas por alguna razón - que ha sucedido con tu joven amor?- la luna baja de su asiento y se acercó más a la joven. 

 Su cabello plateado ondeo con el frío viento de la noche mientras se inclinaba para mirarla mejor -Lo perderé por una mujer más bella que yo- con palabras perdidas y errantes hablo. La luna tenía que admitirlo, no sabía de estas cosas y no lo quería saber, pero el aburrimiento sería más si no seguía el juego - vaya que problema más grave- rio nerviosa, la joven paro de llorar un momento y ver a la luna para regresar de nuevo a sus penas. 

 Se frustró al verla ponerse a llorar de nuevo, trato de encontrar una solución a esto y entonces una idea llego a su cabeza - Yo podría ayudarte!- la joven detuvo el llanto - En serio?- sorbió y se secó algunas lágrimas - Mi persona tierna, deja de romper en llanto, no preocupes a tu joven corazón y escúchame- la atrajo hacia su lado - Yo puedo darte un poco de mi brillo para que luzcas mucho más hermosa que cualquier otra mujer y cuando cumplas tu deseo te regalaré mi brillo para siempre- sonrió con cariño para que la joven dejara de hacer una expresión de tristeza. 

 Su idea funcionó exitosamente, ya que la joven dejo de llorar por completo y miro a la luna con esperanza en sus ojos - Si la luna hiciera eso me sentiría más que afortunada- casi salto de alegría mientras aceptaba que la luna le diera un regalo tan espectacular - pero si la persona a la que amas no acude a ti, entonces echaras mi brillo al cielo como un aviso para mí y haré un mapa con ella para encontrar a quien verdaderamente te ama- Entonces la luna de su cabello saco un brillo particularmente hermoso y lentamente lo roció sobre ella que hizo que se viera mucho más hermosa que antes, la joven corrió a un charco de agua cercano y se miró a través del reflejo, pudo ver en ella misma aquella belleza tan deseada por las demás.

 - Pero deberás saber que el hombre que se enamora de la belleza no hará perdurar el amor- advirtió, pero la joven no le tomo atención porque ya se encontraba a 2 metros de distancia gritando un gracias. Ya no podría hacer nada, solo tendría que esperar lo que pase con la joven.

 Después de que pasara el tiempo pudo ver su brillo en el cielo, era su aviso de que el hombre de quien estaba enamorada la joven no había acudido a la ella. 

 La luna fue al lugar de donde su brillo procedía, pero no pudo encontrar a la joven, sino que se encontró con un niño pequeño en su lugar, se quedó totalmente confundida y pregunto - ¿Quién eres tú?- el niño se quedó callado por un momento -El hijo de la dueña de este brillo- la luna se confundió aún más -Qué? Y la dueña del brillo?- el niño agacho su cabeza- ya no está en este mundo- le respondió. 

 Tiempo después la luna se enteró, por medio del niño, que la joven fue correspondida, pero que después de años de estar juntos el amor entre ellos desapareció, la mujer no quiso aceptar que ese hombre ya no la amaba, se dio cuenta de que el amor dado por su belleza no perduraba para siempre, pero ya era tarde porque la tristeza arraso su salud. 

 La luna lo presintió.

 La luna le advirtió... 

 Pero la terquedad fue más...

 La luna se sintió impotente por ello y decidió darle su piedad al niño que esa mujer dejo - te dejaré estar a mi lado, ya que esto lo he provocado yo- le estregó su brillo para que lo cuidara estando a su lado y que diera esperanza a quien se enamorara de un amor que sería imposible que perdure.       

Brillo y esperanzaWhere stories live. Discover now