CAP. 2 (+8)

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No se que es lo que me sucede, no soy el típico chico que toma apuntes de todo en clase, rara vez lo hago y si lo hago es porque realmente es necesario, jamás lo hago por gusto pero por alguna razón me convertí en ese tipo de idiota que tiene el cuaderno bien acomodado con título (Y OJO, INEDITO EN MI) y fecha junto a un lindo apunte de toda la clase. Lo peor de todo es que al finalizar la clase siempre me acerco al escritorio del profesor a enseñarle mis apuntes y recibir una pequeña sonrisa como si fuera un puto perro esperando por un hueso. Siempre participó en clases y no eh llegado tarde ni eh faltado con ninguna tarea en la clase del profesor Ben, solo para impresionarlo, pero esto llegó a tal nivel qué en otras clases también hago un esfuerzo para esperar que los demás profesores hablen bien de mi frente a el y causarle una buena impresión, no la del otro año de un mocoso qué entrega lo mismo de tarea que de medallas deportivas a su entrenador (nada, desde que me mando al carajo un chico eh tenido un tabú en mi deporte, supongo que estoy desconcentrado o algo así, ni si quiera con el equipo estatal eh ganado nada) aun así siempre pasaba con una calificación mediocre, pero esta vez me decepcione enormemente cuando el profesor Ben me llamo a su escritorio para darme mi calificación parcial.

-Un ocho Frederick, no es mala calificación, pero creo que podrías dar más, eh visto como te esfuerzas especialmente en esta materia y eso me agrada, no todos lo hacen y es algo que realmente admiro en un alumno, por eso mismo estaría encantado de darte unas pequeñas lecciones después de clases.

Me dice Benedict de lo más tranquilo sentado en su escritorio mientras acomoda unos papeles, me centre más en sus manos visiblemente fuertes pero muy delicadas al hacer una acción como esa, también vi sus venas marcadas en el dorso de ellas imaginando en como estará otra parte si todo su cuerpo estaba marcado de ellas, por lo cual me falto un poco de aire y suspire entrecortadamente

-Eh, S-si, no tengo ningún inconveniente con eso.

Digo mirando hacia la ventana del salón para distraerme y no pensar demasiado suponiendo como estaría la polla del profesor.

-Okey, qué te parece si lo hacemos el día lunes y miércoles después de todas las clases de tu día?

Volteo hacia el pero sin poder fijar mi vista hacia sus ojos, creeme, es algo complicado ver a los ojos a alguien con el que acabas de imaginar como sería su miembro.

-Eh, no puedo, perdón, tengo entrenamiento temprano esos días, que le parece jueves y martes? Ese día empiezo más tarde, solo tendría que desocuparme antes de las 5:30

Veo como Benedict aparta la vista de sus papeles para verme fijamente de reojo, como si estuviera criticando si en verdad hago un poco de ejercicio, no es que estuviera gordo, al contrario, la verdad tengo un cuerpo envidiable (gracias a que el estúpido de mi entrenador me mata haciendo ejercicio, no es de a gratis) pero mi complexión es delgada y bajo todo el uniforme (media talla más grande, odio ir ajustado como Saul, siempre le echo burla al ver como su camisa de botones siempre está por romperse, no porque estuviera fornido como Ben, sino porque es como 3 tallas debajo de la suya, el piensa que es sexy, yo pienso que es ridiculo) no logro mostrar nada más que solo un mocoso delgado.

-Entrenamientos? Que prácticas? Ajedrez?

Dice burlándose de mi, porque carajos se expresó así de mi, en verdad me veo tan flacucho? Bueno, eso no importa, si no el como se expresó a lo que yo solo atinó a fruncir el ceño y mirarlo enfadado.

-Ay si, su fuckin abuela también maldito.

Digo a la defensiva asegurándome de solo pronunciar en mis labios la palabra y no decirlo ni en voz bajita, ya que este cabron escucha hasta la otra cuadra. Me hago un poco para atrás al ver que acerco su cuerpo hacia mi y solo nos separaba un escritorio, quedo tan cerca de mi qué podía oler su colonia de machito, qué seguramente vale el triple de todo lo que traigo puesto.

-Joven Suzuki, no aprendió qué con palabras de esas no se podía referirse a mi? Creo que lo deje muy claro el primer día, cuando llego con una mancha de pasta de dientes en la camisa, un rastro de baba en la comisura de sus labios y un peinado, pues, un poco peculiar.

Me sonrojo al escuchar como se expresó de mi y respondo con la voz un poco baja

-Pero yo no le dije nada. Jamás salió un solo sonido de mi boca profesor.

El solo suspira, regresa a su lugar alejándose de mi y vuelve a centrarse en los papeles sobre su escritorio.

-Por favor, tome asiento en su lugar y trate de no interrumpir nuevamente mi clase, nos vemos a la hora acordada en los días jueves y martes, llegué temprano y bien peinado, aquí mismo serán las clases de regularización.

Solo tomo el papel de mi anterior examen que ya me había entregado cuando llegue a su escritorio y me dirigí a mi lugar. El resto del día me la pase pensando como es que supo lo que quería haberle dicho, quizá sabe leer los labios o algo así, no lo sé, pero ahora solo toca esperar al martes y poder ver de nuevo su cara de idiota, un idiota lindo.

My fucking teacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora