Parálisis

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Manos temblorosas que olvidan los tics del que fue inquieto. -Todo es temporal-repite. Y se sumerge en el agua llena de burbujas. Esos arranques le vienen de vez en cuando, como gritos de las nubes que se van desdibujando y se las quiere comer de iras cual si fuesen algodones que no le llenan la panza.

Se abraza a sí mismo, sin hacerlo y su respiración se pierde junto a sus demás sentidos.

Todo se acaba, todo esto. ¡Todo!

Martirio paralítico que se grapa en la inmovilidad consciente.

La Poesía de VenusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora