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El sol anunciaba su llegada con sus leves rayos que atravesaban las ventanas de los habitantes y su agradable calor. Vegetta despertó un poco exaltado aquella mañana, había tenido un sueño muy extraño. Había soñado que estaba en un tren con varios rostros desconocidos y algo borrosos, las voces estaban distorsionadas pero lograba escuchar español e inglés, después el tren se detuvo y tuvo que resolver algunos problemas pero aún así todo estaba distorsionado. El de ojos violeta se levantó de su cama, fue al baño y al momento de verse al espejo, lágrimas salían de sus ojos sin ninguna razón. Se limpió las lágrimas que no parecían querer detenerse. Se vistió y salió de su casa provisional.
Vegetta sentía todo sumamente extraño, pero no sabía el porqué. Su casa estaba intacta, al igual que sus cultivos y sus 3 gatitos que actuaban de forma normal. Guardó su espada y procedió a caminar para intentar quitar aquel sentimiento de ansiedad y extrañeza, pero a medida que caminaba , los sentimientos negativos solo aumentaban junto con su curiosidad. Cada paso que daba, el mundo que conocía iba pareciendo desconocido.

— Aquella grieta no estaba...tampoco está arena...¿qué está pasando?— se preguntaba Vegetta con miedo, tomando su espada de forma de defensa.

Mientras que el de ojos violeta iba avanzando más logró escuchar unas voces desconocidas. Se acercó corriendo donde provenían los gritos y vio unas pocas personas que admiraban lo que era un ¿muro?

— ¡Oye, tú! Tienes cara de saber lo qué pasa, ¡qué está pasando, pelotudo! ¡Dime, hijo de puta! — un chico de cabello negro con mullet, lentes oscuros  y piercings se acercaba intimidante al de ojos violeta, agarrándolo de su chaqueta y mostrando sus afilados colmillos. Vegetta no podía reaccionar, estaba perplejo por la muralla que había y también en como un desconocido lo trataba de forma brusca.

— ¡Spreen, cabron! ¡Deja al pobre! ¿No ves que anda temblando como chihuahua? Está igual de pálido que cuando te roban.— hablo un chico de sudadera roja que tenía una araña como diseño.— Perdónalo, está histérico el wey. Soy Roier.

Vegetta intentaba regular su respiración después de haber sido soltado por el pelinegro de gafas. El de ojos violeta miraba con atención a todos los chicos que estaban ahí, unos parecían asustados y otros como sí fuera algo normal.

— ¡No pelien! — exclamó alguien con un acento curioso, captando la atención de Vegetta. — Tudos...uhm...amigous.
— Cállate, Wilbur sacapuntas.— le respondió Spreen con un tono divertido.

Vegetta estaba curioso por el hablar de aquel chico y de los otros chicos que parecían confundidos ante las palabras del tal Wilbur. Pero su curiosidad fue resuelta cuando el chico Roier le aclaró que los jóvenes que estaban un poco apartados hablaban inglés, y que apenas podían entender el español, Vegetta con aquella información le dio ternura el acento con el que hablaban los "gringos". Todos los hombres que estaban ahí hicieron un circulo para presentarse adecuadamente ante el nuevo. El chico que parecía más slime que persona se presentó como Slimecicle, o como que quería que le dijeran "Backflipo", el chico que lo había tratado de forma brusca era Spreen, después se presentaron los demás, el más alto era Wilbur, siguiendo de Roier, Maximus, el rubio era Philza, y por último Fit. Todos eran divertidos a su forma.

— Uhm, ¡Helou my little friends! Este, mi name es Vegetta, este...yes. (¡Hola pequeños amigos! Este, me llamo Vegetta, este...si).— después de su presentación, todos lo llenaron de aplausos y de preguntas por parte de los gringos de cómo se pronunciaba su nombre. Todo era risas y diversión pero Vegetta estaba recordando su sueño de forma más clara, podía recordar a Spreen y también a Wilbur, aquellos recuerdos hacían que le doliera la cabeza, pero al parecer no era el único, cuando iba a preguntarle a Roier de que sí había soñado con un tren, una voz en inglés se hizo escuchar a través de unas bocinas que habían en los postes.

— "Cuack, cuack. Welcome to Isla Quesadilla, we are so proud that you solve all the clues! Now, you need to know some rules. The first one, don't touch de red bottom! And the second one, you can't escape...Thank you for your attention, have a nice day! Cuack!" (Cuack, cuack. Bienvenidos a Isla Quesadilla, ¡estamos muy orgullosos de que pudieron resolver todas las pistas! Ahora, necesitan saber unas cuantas reglas. La primera, ¡no toquen el botón rojo! Y la segunda, no pueden escapar... Gracias por su atención, ¡tengan un lindo día! ¡Cuack!).

Todos quedaron confundidos y otros asustados, como SlimeCicle y Roier que se escondió detrás de Spreen. Vegetta había tomado su espada y se posicionó en forma de defensa junto con los otros que también tomaron misma posición, Philza con su hacha, Wilbur y Maximus con una vara, Slimecicle con pedazos de slime y Spreen sacando sus uñas afiladas, todos se encargaban de cuidar las espalda de todos, observando cada tramo del campo. Los minutos pasaban y nada sucedida, cada uno fue guardando sus armas, quedándose parados sin saber que hacer; hasta que Spreen rompió el silencio.

— ¡Oigan! ¿Ese no es el botón rojo?
— ¿Lo presionamos? — preguntó Maximus.
— ¡Yo iré! — Vegetta no sabía de donde había sacado aquel lado de querer romper una regla pero por alguna extraña razón, tenía la necesidad de ver más allá del muro; sentía como sí detrás de aquella gran construcción estaría lo que siempre había estado buscando. Trepó por las lianas, escalaba con las rocas que sobresalían de la muralla y colocaba bloques para seguir subiendo. Cuando llego al botón no dudo dos veces y lo apretó. Una gran explosión se hizo escuchar, la muralla había explotado. Vegetta salió disparado hacia el piso, recibiendo unas cuantas heridas, nada graves.

Todos se acercaron a auxiliarlo, y después esperaron que el polvo del derrumbe de la construcción pasara. Cuando se dispersó aquel polvo, pudieron ver que había personas al otro lado, que al igual que ellos, parecían confundidos.

Vegetta no prestaba atención a los nuevos jóvenes, sus ojos solo podía observar aquellos orbes grandes completamente de color esmeralda brillante que al parecer, también lo observaban a él.

Love between barriers -Fooligetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora