Capítulo 1

22 4 0
                                    

Llego a Dublín, esa ciudad a la que tanto amo y que siempre he deseado visitar. Pero esto no es una visita, me quedaré aquí a vivir hasta que decida irme. Bajo del tren a toda prisa y cojo un taxi. El camión de mudanza tiene que estar ya en la casa y tengo que llegar lo antes posible. Cuando llego, efectivamente está ahí el camión esperando y la cara de los encargados no era muy buena que digamos. Pago el taxi y me acerco a ellos lo más deprisa que puedo, les doy las gracias por haber esperado y les acompaño dentro para que suelten las cajas en la entrada. Cuando se van, miro la casa emocionada, no es tan grande como me la esperaba, pero me gusta. Como ya es casi la hora de cenar, me preparo una ensalada rápida mientras miro mis mensajes de whatsapp. Tengo un mensaje de mi jefe para decirme a la hora que tengo que ir mañana a la oficina, suelto el móvil en la mesa y meto el plato de la ensalada en el fregadero. Cojo mis maletas y las subo arriba, coloco las sábanas en el colchón y me pongo el pijama. Me tumbo en la cama y pienso en el día de mañana...
Al despertar, miro mi despertador y son las 6:44, siempre me levanto un minuto antes de que mi alarma suene. Me siento en la cama y me pongo las zapatillas de estar por casa, me levanto y voy al baño para lavarme los dientes. Cuando termino, cojo una de mis maletas y la pongo encima de la cama, la abro y elijo un vestido negro con un poco de escote y me lo pongo. Bajo abajo para coger la caja de zapatos y elegir unos, escojo unos tacones negros sencillos, para no llamar la atención mucho. A mi jefe le gusta que vallamos vestidas que se nos vea algo de escote para que los clientes compren más de nuestro producto. Desayuno una tostada rápida y salgo lo antes posible para llegar puntual a trabajar. Cuando llego, veo que todos me miran como si fuera el bicho raro de la familia, pero a mi como no me importa pues paso por delante de ellos con toda la elegancia del mundo, pero cuando llego a mis despacho y abro, no me podía creer quien estaba allí...

La nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora