Odiaba hacer las maletas, tenías que tener paciencia y un mínimo de sentido para doblar camisas, pantalones, chaquetas, sudaderas, la ropa en general, y digamos que yo no poseía ninguna de esas virtudes, de hecho, cada vez que lo intentaba me frustraba y ponía una pequeña tablita de cartón para que mi ropa llegara sana y salva, cosa que me funcionaba bastante bien, además, me gustaba que mis padres no estuvieran todo el día encima de mí como moscas esperando para entrar a tu casa. Por suerte, hoy mi padre trabajaba todo el día y no estaría para revisar que todo estuviera colocado como matemáticamente tenía que estar.
Este era mi tercer año viajando sola a Villa Marina, era algo que amaba, pues disponía de más libertad para hacer cosas. Pero claro, debía de tener en cuenta que en el tiempo en el que estuviera viviendo allí una de mis principales preocupaciones era que mi casa estuviera limpia, no era muy grande, era tan solo un apartamento familiar que nos repartíamos durante el año.
-Cariño, ¿Lo tienes todo?-preguntó mi madre tirando el paño de cocina a algún punto del mueble.
-Sí, creo-respondí secándome el falso sudor de la frente
-¿Crees?-frunció una ceja divertida. Terminaba todas mis frases con un "creo"
-De todas formas, si se me olvida algo, no importa-indiqué-no creo que eche en falta nada-añadí cerrando la cremallera de mi maleta
-Bueno, es que te vas casi todo el verano-me recordó mi madre, parecía triste
-Solo me voy tres semanas-contesté de brazos cruzados
-Lo sé hija, pero luego Kayla vendrá-Ya sé lo que quiere decir
-Vale, pero ya estaré aquí
-Bien, mira a ver si hay un hueco en tu agenda para pasar algún día con tus padres-casi parecía una obligación
-Ajá-asentí
-Y ahora a la cama, que mañana se madruga.
[...]
Uno de los mayores placeres de la vida es levantarte temprano para viajar, la ilusión de saber que te lo vas a pasar bien por el mero hecho de estar con las personas que te alegran la existencia.
Durante todo el año, mi grupito y yo nos organizamos para ajustar los días y hacer distintas actividades, este año, si no recuerdo mal, también iban a ser por toda la isla. Por una parte siento terror, pues Kay se calló muchos planes, quiere sorprendernos, tengo la sensación de que ya ha reservado pases para hacer parapente.
Como ya dije antes, todos los años preparamos distintas actividades, pero nunca falla kayak, lo descubrimos hace unos cinco años y ahora nadie nos para. Pienso que es porque son actividades que aquí, donde normalmente vivo, no hago.
Me subo al avión y me pongo los auriculares, gracias a que me acordé de descargar música, si no media hora de vuelo, se me haría eternas