1- En traje y corbata

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Era viernes, porfin... Estaba harto de estar encerrado en una jodida aula con niñatos y niñatas, quería irme a mí casa, aunque sabía que nadie me iba a esperar allí. "¿Pero y tu familia?", "¿Tu madre?", "¿Tu padre?", "¿Tus hermanos y hermanas?"

Es gracioso, porque yo no tengo de eso.

La soledad me lleva acompañando desde los 3 años. Primero mi madre, la cual fue asesinada por un grupo de alcohólicos en un callejón volviendo a casa, lo se porque yo estaba con ella y pude presenciarlo todo desgraciadamente. Mis hermanos están desaparecidos, ninguno da señales de vida. Y en cuanto a mi padre... se suicidó con un tiro de escopeta al enterarse de la muerte de mi madre. Para más colmo me abandono dejándome completamente solo por las calles de Chicago con tan solo 3 años, según me contaron las autoridades.

Ahora alquilo un piso en las afueras de la ciudad en el que me mantengo gracias a la ayuda de el. El fue quien me acogió hasta mis 16 años de edad.

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—¡Bonnie! —Me sobre salte al escuchar mi nombre. Maldita vieja verde, ¿acaso no sabe que estaba ocupado con mis asuntos?

—¿Que? —Conteste algo borde. No me gusta que me toquen los cojones mientras estoy pensando

—¿Como que "¿Que?" ? ¡que estés atento a la clase por dios! Si no quieres sacar un zero en el próximo examen estate atento, luego me vienes con los lloros y penas para que te apruebe con un 5 pelado.

La clase simplemente río

—Tsk... Lo siento señorita Natalie, no volverá a suceder —Dije aparentando estar seguro de mi mismo. Pero sabía perfectamente que en cualquier momento mi vista se perdería en cualquier otra cosa al cabo de un rato

—Pues que así sea. —Dijo está volviendo a atender la pizarra

—Qui así sia... —Dije por lo bajo imitandola. Esta profe me tiene hasta la coronilla. Pero, Gran error, esta señora puede estar ciega, pero no sorda.

Esta se giró seriamente con una mirada un tanto amenazante

—Si vas a perder tu tiempo en imitarme pierdelo en la sala de guardia, yo tengo una clase que dar jovencito, y que tú te quieras quedar analfabeto no es mi problema. —Me dijo señalándome la puerta con su mano, ¿enserio una profe ma acaba de vacilar? Ja, si tan solo supieras quién soy... Se le caeria el poco pelo que aún conserva en su clítoris.

Pero, en verdad me daba pena la señora Natalie, siempre fastidio sus clases, aunque es divertido y creo que todos están bastante agradecidos conmigo

Me levanté de mi asiento. Todo estaba en silencio, aunque escuchaba a mis compañeros murmurar y reír por lo bajo, pero no los culpo, en estas situaciones no se puede evitar. Antes de cruzar la puerta, Natalie me detuvo con su mano y me dijo:

—¿Acaso haces algo más en tu día a día que no sea interrumpir una clase? Si es así, me gustaría saberlo porfavor

Me giré y la mire. Lentamente se formó una sonrisa en mi cara

—Matarme a pajas todas las noches

La clase río. De verdad que no hago esas cosas, pero es lo que haría y diría un adolescente promedio de 16 años.
La profesora parecía asqueada, no me extrañaba.

—Por favor, vete ya a la sala de guardia —Me dijo esta tapándose la cara con una mano y señalando de nuevo la puerta con su mano

—¡CUIDADO PROFE QUE QUIZAS SE VA A HACER UNAS CUANTAS ALLÍ!— Ese era Matt, el graciosillo de la clase. Es un tío guay, aveces la liamos juntos por hay

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