UNFORGETTABLE [+18]

CAPITULO 03

Capitulo 03. Recuerdos placenteros y lloriqueos.

10 de junio del 2022.

Mi espalda se arquea y la descarga eléctrica envuelta por el placer recorre toda mi espina dorsal haciendo que los fluidos en mis bragas sean más frecuentes que antes.

Sin poder detenerlo, dejo que un gemido ahogado salga de mi garganta y a la vez haga que la persona que besaba mi cuello en instantes se aleje de mi dejándolo de hacer.

—¿Por qué te detienes?— mi voz le hace competencia a mi agitada y descontrolada respiración.

Sus ojos puestos en los míos me miran por unos segundos para después barrerme con ellos de los pies a la cabeza y sin previo aviso pega su boca con la mía besándome frenéticamente con descontrol total.

Me cuesta seguirle el ritmo, pero lo hago, cuando mete su lengua a mi boca me toca dejarme llevar, dejando que la mía baile con la  suya a la par. Vuelve a alejarse haciéndome gruñir con molestia.

Se inclina sosteniéndose con sus brazos uno en el colchón de la cama y el otro en el espaldar de madera de esta. Besa mi cuello instándome a que lo incline hacia atrás envuelta por el placer, y cuando creo que se detendrá allí, saca su lengua a jugar y desciende de mi cuello a mi clavícula; después de succionar esta comienza a deja pequeños chupetones en ella para continuar descendiendo.

Besa el valle de mis senos, dejo que mi cuello vuelva hacia atrás cuando su lengua lame la aureola de mi pezon derecho haciéndome gemir. Gemido que es ahogado por su boca cuando la pega a la mía nuevamente. Me besa con fiereza y pasión tomándome mi cara en sus manos para profundizar lo que quiere, cosa que yo le concedo.

Recorre mi muslo con su mano derecha cuando la aleja de mi rostro hasta que llega a la tira fina que sostiene mis bragas de mis caderas, juguetea con ella mientras me besa. Con mucho sigilo lleva su mano poco a poco en dirección a mi intimidad tocando está por encima de la ropa interior que la cubre.

Gimo con desesperación, pero a él no parece importarle mucho, todo lo contrario, parece satisfacerle el sonido de mis gemidos, lo que me lleva a pensar que por eso me tortura.

Maldito calienta bragas.

Pierdo la cabeza cuando presiona dos de sus dedos en mi humedad por encima de mis bragas donde se mantiene masajeando la zona a su antojo haciéndome estremecer por dentro.

—Por favor...

Mi voz salió más que un gemido en una súplica. Me estaba torturando y eso parecía fascinarle a lo grande.

—Vuelve a gemir así y no podré controlarme—susurro cerca de mi boca. Dios, que excitante era este hombre.

—¿Quien te dijo que quiero que te controles?—atrapo su labio inferior en mis dientes, haciendo que esta acción me caliente más, tanto a mi como a él.