Rubén Doblas es un cantante.
Samuel de Luque es un actor.
Ambos son fans del contrario y será un simple twitt el que los hará conocerse.
Portada por: @jaybcx
Frank.- Deja de mirar como imbécil el teléfono y háblale de una buena vez Rubén.- ¿De qué hablas? Frank.- Por Dios, Doblas, se nota a kilómetros que estás preocupado por De Luque, tienes su número y hablan todos los benditos días ¿Por qué te es tan difícil llamarle para preguntarle cómo se encuentra? Rubén.- No quiero molestarlo ¿De acuerdo? Alex.- Sólo tiene que descansar, no aislarse del mundo ¿Sabes? En cualquier caso, pregúntale entonces a David, así te evitas despertar a Samuel si es que está dormido o algo.
Rubén lo piensa por unos minutos, preguntándose si no sería entrometerse demasiado, pero Alex lo interrumpe quitándole el móvil de las manos.
Rubén.- ¿Qué haces? Alex.- Tu trabajo Rubén.- ¿De qué hablas?
Doblas entra en pánico al escuchar el tono de llamada, y tras un par de segundos, la persona del otro lado de la linea respondió.
Xx.- ¿Hola? Alex.- Tu turno.- Dice, entregándole el móvil y saliendo de aquella habitación sin más, siguiéndole Frank detrás, tratando de no reírse demasiado alto.
Rubén.- Hijo de- Suspira, y sin más opción, responde.- Eh, hola... Xx.- ¿Sucedió algo, Rubén? Rubén.- No, no, yo sólo... Bueno... Quería preguntar cómo se encuentra Samuel David.- Oh, él se encuentra bien, lo obligué a quedarse en casa y descansar todo el día, aunque no sé cuánto tiempo podrá soportar estando encerrado en casa... *Suspiro* Tengo que regresar con él en un par de horas para asegurarme de que no esté haciendo trabajo a mis espaldas... Todos los demás también tienen compromisos y trabajos, así que estoy algo ocupado el día de hoy
Rubén se queda pensando por un par de segundos, no estando del todo seguro en si debería hablar, pero al final decide arriesgarse.
Rubén.- Ehm, bueno... Yo... No tengo mucho qué hacer hoy, así que, si tú quieres... Puedo ayudarte a hacerle compañía a Samuel para que no se aburra en casa David.- ¿De verdad harías eso? Rubén.- Sí, por supuesto... David.- Ah, te lo agradezco en serio, Rubén, tengo un montón de llamadas qué hacer y compromisos que reagendar... Le avisaré a Samuel que irás para allá, te pasaré la dirección de su casa y en cuanto llegues avísame para darte la contraseña de la puerta Rubén.- De acuerdo, en un par de horas estaré allá David.- Excelente, te mando la dirección entonces, en serio muchas gracias Rubén.- No es nada, en serio... Nos vemos
Ambos se despiden y la llamada termina. Rubén suspira... Iría a casa de De Luque para cuidar de él...
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Samuel deja el móvil de lado después de ver la hora, y comienza a pensar en quién podria ser la persona que iría a verlo.
No había mucha gente, además de David y los demás chicos, a los que le tuvieran la confianza suficiente como para darle la contraseña de casa, y sabiendo que tanto Guillermo como Borja y los demás tenían trabajo aquél día, realmente no tenía ni la más mínima idea acerca de quién podría tratarse. De cualquier forma, confiaba en David y en que no le pasaría la contraseña a alguien cualquiera, por lo que no se preocupa realmente, simplemente tenía curiosidad.
Baja a la primer planta de su hogar y enciende la televisión de la sala, dispuesto a esperar a su invitado.
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Rubén suspiró antes de acercarse a la puerta y escribir el código en el panel de seguridad.
¿De verdad estaba bien entrar así como si nada? Es decir, tenía el permiso y la contraseña, pero aún así no podía evitar pensar en qué opinaría Samuel al respecto.
Deja de cuestionarse y digita los números indicados, quitándose el seguro inmediatamente. Abre la puerta y entra a pequeños pasos, cauteloso.
Rubén.- Eh... ¿Hola?.- Pregunta para saber si Samuel se encuentra por ahí, se adentra más en el lugar y en el camino se encuentra con de Luque, quién se dirigía a la entrada.- Ah, Samuel, hola... Samuel.- Rubén, qué tal... Rubén.- David me dijo que te había avisado, él me dió la contraseña... Espero no molestar Samuel.- Me dijo que vendría alguien, pero no sabía que serías tú, y tranquilo, de hecho me alegra que se trate de tí.- Dice, dedicándole una sonrisa, haciendo que Rubén se sintiera un poco, tan sólo un poco, nervioso.- Cómo sea ¿Tienes hambre? Estaba a punto de preparar algo Rubén.- Oh, sí, te ayudo si gustas Samuel.- Perfecto, vamos
Doblas se dedica a seguir al chico, y sonríe al sentirse bienvenido.
Había tomado una buena decisión al ofrecerse a visitar al castaño.
