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Sentí el sol pegar contra mis ojos, el canto de los pájaros se escuchaba afuera de la ventana.

La noche la había pasado de maravilla, no hacía frío, no me sentía sola. Quizás era la primera vez en la que había podido descansar en mucho tiempo.

La vibración en mi celular llamó mi atención haciendo que me levantara para buscarlo.

Vi los mensajes desde la bandeja de entrada. Algunos eran de mi secretaria, otros de algunos clientes y por último uno de Dong-Eun.

~ me enteré de lo que pasó, lo siento~

Sonreí a medias y volví a dejar mi celular en su lugar cuando sentí un fuerte olor a comida invadir mis fosas nasales.

Como por arte de magia mis pies se apoyaron en el suelo para poder levantarme, me cubrí con mi bata que hacía conjunto con la pijama y salí de la habitación.

Habrán puesto un restaurante cerca?

Algún vecino estaba cocinando?

No lo sabía pero se me hacía agua a la boca.

Realmente estaba equivocada, me di cuenta cuando vi a Ha Do-Young sentado en mi mesa colocando toda su atención en su celular.

Frente a él había comida servida para dos personas.

El levantó la mirada y sonrió al verme, copié su acción y terminé de acercarme.

- buenos días - solté con una clara expresión de sorpresa

- buenos días - saludó amablemente de la misma manera mientras se ponía de pie para acercarse a mi

Estaba vestido como un hombre de k-drama, llevaba un traje de color negro y un saco beige perfectamente planchado. Su peinado parecía haber sido hecho por un estilista.

- creí que te habías ido...-

- bueno, no pensé que era un buen momento para dejarte sola...vi que tú alacena estaba vacía así que fui a comprar algunas cosas - explicó con un leve sonrojo en sus mejillas

- gracias, no suelo comer en casa - mire la mesa - tu cocinaste? - sonrió ampliamente - claro que lo hiciste...

Había varios platos para servirme lo que quisiera, se veía mucho mejor de lo que podría imaginarme.

Do-Young quizás era el hombre perfecto o es mi imaginación?

- espero que te guste - señaló con su mano - el mueble es muy cómodo, debería comprarme uno así cuando me mudé

- dormiste en el mueble? Te hubiera hecho un espacio, hasta te presentaría mi gato - ambos soltamos una risita

Cada vez parecía que estábamos más cerca. Sin dejar de mirarnos pase mi mano por su pecho para apoyarme en el mientras que Do-Young me tomaba por la cintura con delicadeza.

- entonces vas a besarme?- pregunté en un murmullo mientras era hipnotizada por su perfume

- me darías el permiso de hacerlo? - me siguió el juego

- no lo sé, debería? Tendrías consecuencias...irias al infierno - bromee

- el que arriesga, gana, y se que si te beso me sentiría en el cielo sin haber estado en el - No esperamos más y nuestros labios se unieron

El beso era lento y lleno de deseo. Intentaba seguirle el ritmo ya que no era muy buena en esto.

Por alguna razón sus labios eran dulces y se sentían suaves, podrían llegar a ser un postre adictivo del cual nunca me cansaría.

La Gloria // TERMINADA✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora