Liber ||JimSu||

04

"Será la primavera que florece
la que invade mi alegría"

-MB

Un nuevo semestre comenzaba, y aunque muchos sintiesen menos el peso de las tareas, algunos no tenían la suerte, como Park Jimin él se trataba de uno de los desafortunados a los que los maestros les encanta dejar un montón de tareas en el inicio de clases, no se quejaba del todo, pues le gustaba su carrera, pero a veces era más tedioso de lo que parecía y eso le molestaba en verdad, ¿quién dijo que estudiar derecho era fácil? Oh, sí, sus padres, porque ellos eran excelentes y reconocidos abogados, todos los ojos estaban puestos sobre él y querían que triunfará al igual que sus padres.

Soltó el bolígrafo hacia el césped mientras de sus labios escapaba un largo suspiro, cerro sus ojos por breves instantes y se pregunto por primera vez si estaba haciendo lo correcto al estudiar esa carrera, sus padres siempre le insistieron que iba a tener grandes oportunidades con sus estudios universitarios, y aunque una carrera es complicada saldría adelante y lograría todo lo que él se propusiera, pero ahora mismo, mirando sus libros, mirando las leyes, y mirando que cada día su caligrafía parecía empeorar en lugar de mejorar, se estaba desanimando un poco, sonrió sin ganas ante sus pensamientos y miro sin mucho interés el bolígrafo situado en el césped.

—¿Qué debería hacer? —se pregunto así mismo, renunciar no era una opción.

Pudo haberse perdido en sus propios pensamientos, pero sus curiosos oídos no pudieron dejar de lado una conversación repentina de unas omegas que pasaban detrás suyo.

—¿Ya lo viste? —hablo una de ellas—. Es él, es ese omega.

—¿Él mismo que denuncio al pobre de Jungkookie? —hablo la otra, supuso que su acompañante dio un asentimiento, pues la otra continuo hablando—. En verdad que no lo entiendo, ¿cómo es posible que ese omega se atreviera a tanto?

—Nadie le cree —menciono la otra—, es que es simplemente imposible, Jungkook es un alfa ejemplar, él no sería capaz de hacerle daño a nadie.

—Es cierto, ese omega esta loco —escucho un resoplido—, ¿sabes lo que pienso? Creo que ese omega seguramente se le insinuó a Jungkookie, y al ser rechazado pues esté se molesto y lo denuncio por maltrato.

—Es cierto, además no culparía a Jungkook, ese omega es espantoso, cualquiera lo rechazaría —las risas se fueron alejando, y Jimin frunció el ceño, ¿cómo era posible que dos omegas hablaran de esa manera de uno de su misma casta?

Era ridículo, Jimin usualmente no le gusta meterse en problemas ajenos, pero esta vez se molesto, odia que no haya apoyo de parte de los demás cuando se trata de tu misma casta, además estaba el hecho de una denuncia, si ese omega denuncio a ese tal Jungkook es porque algo le hizo, era porque tenía sus razones y él y solamente él las conocía, los demás no tenían derecho a opinar sobre su actuar, estaba a punto de decirles eso, quería enfrentarlas y decirles que no se metieran en la vida de los demás, pero no pudo, no cuando una linda silueta llamo su atención.

Park Jimin en toda su vida había conocido omegas, siempre se le hacían bonitos, le gustaban demasiado, pero no para algo más serio, siempre que le preguntaban si saldría con tal persona, él decía lo mismo; que era lindo, pero no. Esa era su simple respuesta, porque no quería tener nada serio por el momento, no quería tampoco tener el estrés que conllevaba tener una pareja, prefería mejor pasar sus días solo y con sus amigos, fiestas, alcohol, diversión y estudios, eso era en lo que pensaba y en lo único que quería mantener a su mente ocupada, pero ahora... ¿por qué tan siquiera la idea de hablarle a ese chico de piel pálida, complexión pequeña, delgado y con cabellos levemente largos le parecía la mejor idea del mundo para sacarlo de su zona de confort?

—Cuidado, no los vaya a denunciar por mirarlo —Jimin frunció el ceño al escuchar ese comentario en cuanto el omega paso al lado de un grupo de alfas, los cuales no tardaron en reírse.

—Sí, no vaya ser que por una mirada crea que ya lo estamos acosando.

Y más risas, el omega que si los escuchaba, no tardo en querer hacerse pequeño para desaparecer, bajo la mirada y camino aprisa para que dejaran de mirarlo, Jimin no apartaba su mirada de él, y podía ver el entorno que rodeaba a esa hermosa criatura, todo parecía indicar que ese omega del cual esas omegas hablaban, era él, y no solo eso, se percato de que las miradas siempre estaban puestas sobre el omega, pero no eran de admiración, ni siquiera de envidia por lo lindo que es, sino las miradas eran de desprecio, de asco, de enojo, ¿por qué?

Miro como el omega se alejaba a pasos apresurados, y tratando de evitar las miradas que estaban puestas sobre su persona.

—¡Jimin, Jimin, Jimin! —el mencionado dejo de mirar al omega para mirar hacia su derecha, allí estaba Seokjin, su buen amigo alfa que se acercaba con una sonrisa—. Al fin te encuentro —se sentó de inmediato a su lado empujándolo levemente para molestarlo, Jimin soltó un quejido pequeño ante sus acciones—, ¿has visto nuestro horario de clases?

—Sí —contesto Jimin—, no hay nada novedoso.

—¿Qué no lo hay? —Seokjin rodo los ojos—. Compartiremos clases con otras carreras.

—Sólo es una clase, Seokjin —menciono Jimin.

—Sí, pero es una locura, no me gusta cuando compartimos clase con otros, no nos entendemos bien —en cierta forma estaba de acuerdo, pero podías hacer más amigos—, al parecer compartiremos clase con los de contaduría y filosofía.

—Bueno, no será tan malo después de todo —Jimin le regalo una sonrisa—, además, ¿no era en contaduría donde estudia el omega que quieres cortejar?

Seokjin no tardo en adquirir un leve rubor en sus mejillas y frunció el ceño para después y sin cuidado alguno darle unos golpes al hombro a Jimin por haber dicho aquello sin delicadeza, Jimin soltó una risa mientras se dedicaba a recibir los amistosos golpes de su amigo.

—¡No es gracioso! —Seokjin aún tenía el sonrojo—. Te dije que omitieras ese tema en público.

—Ni siquiera nos están escuchando, señor exageración —Seokjin le dio otro golpe en el hombro, pero esta vez más fuerte—. ¡Auch! ¿Qué demonios, Seokjin?

—Te lo mereces por llamarme así, tonto. —Jimin rodo los ojos mientras negaba con la cabeza—, ¿irás a almorzar ya o piensas quedarte aquí respondiendo el cuestionario que nos dejo el profesor Choi?

—Iré después —señalo su cuaderno—, casi termino, me faltan cinco preguntas más.

—Bien, yo estaré en la cafetería por si gustas ir —Seokjin no tardo en volver a incorporarse bajo la atenta mirada de su amigo—, ¿quieres que te compre algo?

—Un sándwich de atún y un jugo de manzana.

—Esta bien, nos vemos, Park.

—Allá te veo —y Seokjin no tardo en elevar su mano para mostrarle su pulgar hacia arriba y continuar con su camino, Jimin lo vio irse, pero no tardo en volver a mirar en la dirección en donde se había ido aquel omega que sin querer había logrado despertar su curiosidad.

¿Quién era él? Y ¿por qué todos parecían despreciarlo por haber denunciado a Jungkook? No lo entiende, y quizás jamás llegase a comprender la situación del todo, sin pensar mucho en ese asunto, decidió seguir con el cuestionario, debía apresurarse pues era para la siguiente clase.