Capítulo 1: El comienzo de una extraña atracción

2.4K 92 74
                                    


Rengoku Kyojuro era conocido como uno de los mejores cazadores de demonios en todo Japón. Era un hombre alto y musculoso, con una personalidad alegre y optimista que lo hacía destacar entre los demás. Siempre estaba listo para luchar y proteger a los inocentes de cualquier amenaza demoníaca.

Sin embargo, un día todo cambió para él. Durante una de sus misiones, se encontró cara a cara con un demonio que nunca había visto antes. Era Akaza, un demonio poderoso con una apariencia humana. Rengoku sabía que no podía permitir que este demonio hiciera daño a nadie, por lo que se preparó para luchar.

La batalla fue intensa, pero Rengoku finalmente logró derrotar a Akaza. Sin embargo, algo extraño sucedió en ese momento. Rengoku notó que no podía apartar los ojos de Akaza. Aunque era un demonio y su enemigo, algo en él lo atraía de una manera que no podía explicar.

Después de la batalla, Rengoku intentó ignorar esos sentimientos extraños. Pero cada vez que pensaba en Akaza, su corazón latía más rápido y su mente se llenaba de pensamientos confusos. No podía entender por qué se sentía así hacia un demonio, pero no podía negar que algo había cambiado en su interior.

Poco a poco, Rengoku comenzó a investigar más sobre Akaza. Descubrió que, a pesar de ser un demonio, tenía una personalidad interesante y compleja. Parecía que había más en él de lo que se veía a simple vista.

Con el tiempo, Rengoku se dio cuenta de que se había enamorado de Akaza. Era una atracción extraña y peligrosa, pero no podía evitar sentir lo que sentía. A medida que pasaba el tiempo, Rengoku se encontró pensando en Akaza con más frecuencia y deseando estar cerca de él.

Este sentimiento era completamente nuevo para Rengoku, quien siempre había estado enfocado en su trabajo como cazador de demonios. Ahora, sin embargo, su mente y su corazón estaban llenos de un deseo ardiente por Akaza. Pero sabía que no podía seguir adelante con este amor prohibido. Después de todo, era un cazador de demonios y Akaza era un demonio. ¿Cómo podrían estar juntos sin que su amor causara más problemas?

Sin embargo, por mucho que Rengoku intentara negar sus sentimientos, no podía evitarlos. Era una atracción poderosa que lo había tomado por completo. A medida que pasaban los días, Rengoku se encontró luchando no solo contra demonios, sino también contra sus propios sentimientos.

¿Sería posible que un cazador de demonios y un demonio pudieran estar juntos? Rengoku no lo sabía, pero estaba decidido a descubrirlo. De alguna manera, tendría que encontrar la manera de estar cerca de Akaza sin poner en peligro su trabajo como cazador de demonios. Pero, ¿cómo podría hacerlo? Eso era algo que tendría que descubrir por sí mismo.

Rengoku no podía evitar sentirse confundido y asustado por sus propios sentimientos. Sabía que si alguien se enterara de su amor por Akaza, su reputación como cazador de demonios se arruinaría para siempre. Además, también estaba el hecho de que Akaza era un demonio que había matado a muchos inocentes. ¿Cómo podría Rengoku justificar sus sentimientos hacia alguien tan peligroso?

Pero a pesar de todo, Rengoku no podía evitar sentirse atraído por Akaza. Cada vez que pensaba en él, su corazón latía más rápido y su mente se llenaba de pensamientos confusos. Quería estar cerca de él, pero al mismo tiempo sabía que debía mantener su distancia. Era una lucha interna que no podía evitar.

Durante las siguientes misiones, Rengoku se encontraba luchando contra demonios mientras su mente vagaba en pensamientos de Akaza. No podía concentrarse en su trabajo, lo que lo ponía en peligro a él y a los demás cazadores de demonios. Sabía que tenía que resolver sus sentimientos pronto, o de lo contrario, su trabajo como cazador de demonios sufriría.

Una noche, mientras estaba solo en su habitación, Rengoku decidió escribir sus pensamientos en un diario. Era una forma de liberar sus sentimientos sin temor a ser juzgado. Escribió todo lo que sentía, lo bueno y lo malo, sin saber que en ese momento, su diario había sido visto por alguien más.

Rengoku había escrito en su diario durante horas, expresando todo lo que sentía por Akaza. Era una sensación extraña, algo que nunca había experimentado antes. A medida que escribía, se dio cuenta de que había estado luchando contra sus sentimientos por demasiado tiempo. Necesitaba liberarse de la tensión y el miedo que lo habían mantenido alejado de Akaza.

Después de terminar su diario, Rengoku cerró la tapa y lo colocó en la mesa de noche. Se recostó en su cama y miró hacia el techo, sintiéndose un poco mejor por haber liberado sus pensamientos. Pero lo que no sabía era que alguien había visto su diario.

Esa noche, mientras Rengoku dormía, Akaza había entrado en su habitación sin ser detectado. Fue entonces cuando vio el diario de Rengoku sobre la mesa de noche. Sin pensar mucho, lo abrió y comenzó a leer.

Lo que encontró en su interior lo sorprendió. Nunca había pensado que Rengoku podría tener sentimientos tan profundos por un demonio como él. Había algo en las palabras de Rengoku que lo conmovió, y comenzó a sentirse atraído por él de una manera que no esperaba.

Durante horas, Akaza leyó el diario de Rengoku, sintiendo una extraña mezcla de emociones en su interior. No podía negar que se sentía atraído por Rengoku, pero también sabía que su amor era imposible. Él era un demonio, y Rengoku era un cazador de demonios. ¿Cómo podrían estar juntos?

Finalmente, Akaza cerró el diario y lo devolvió a la mesa de noche. Se quedó de pie en la habitación durante unos momentos más, pensando en lo que había leído. Luego, se fue sin hacer ruido, dejando a Rengoku durmiendo tranquilamente en su cama.

Al día siguiente, Rengoku se despertó sin saber que su diario había sido visto por alguien más. Continuó con su trabajo como cazador de demonios, pero su mente estaba llena de pensamientos sobre Akaza. No podía evitar preguntarse si sus sentimientos eran correspondidos o no.

Por su parte, Akaza intentó mantenerse alejado de Rengoku tanto como le era posible. Sabía que si se acercaba demasiado, su atracción por él podría ponerlos en peligro a ambos. Pero al mismo tiempo, no podía evitar pensar en Rengoku todo el tiempo. Había algo en él que lo atraía de manera irresistible.

Así comenzó la extraña atracción entre Rengoku y Akaza. Era un amor imposible, pero a pesar de todo, ninguno de ellos podía dejar de pensar en el otro. ¿Qué pasaría si se encontraran de nuevo? ¿Podrían resistir sus sentimientos y seguir adelante con sus vidas? Eso era algo que solo el tiempo podría decir.




Kimetsu no Yaiba: Rengoku x AkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora