Dynasty | cheolsoo

A change of Heart

Joshua alzó la mirada de su libro en cuanto oyó el sonido de la puerta abriéndose.

 Tras la puerta, apareció un sombrío Seungcheol sosteniendo unos cuantos papeles en sus manos. Los colocó en otra parte mientras tomaba su bata del armario antes de dirigirse al baño. Joshua sólo lo observó. Sabía que algo debió pasar en la corte. Las cosas estaban bastante tensas en la corte esos días, con todos esos reinos enemigos tratando de invadir los limites. 

Pero a Joshua no podía importarle nada de eso en ese momento. Todo lo que le importaba era que su marido estaba estresándose con cada día que pasaba sumido en el trabajo, sin ningún descanso. A veces, Seungcheol debía llamar a una reunión de emergencia en medio de la noche con sus ministros de confianza. 

Joshua estaba preocupado por él. 

Aunque, de hecho, era irónico. Si alguien le hubiese dicho un año atrás que estaría preocupándose por Seungcheol en el futuro, se habría reído antes de asesinar a esa persona. 

El Joshua de hace un año odiaba a Seungcheol con una ardiente pasión. Pero dadas las circunstancias, ¿alguien podía culparlo?

Había sido básicamente vendido al emperador de Argus por su propio padre sólo por el beneficio de un trato. Con potenciales enemigos, Argus y Gaia, el reino de Joshua, decidió formar lazos, con Joshua como un medio para sellar dicho trato. 

Él odiaba a Seungcheol, o más bien, al emperador de Argus. 

Y que Seungcheol fuera un alfa tampoco ayudaba. Desde su infancia, había sido enseñado que los omegas eran inferiores y más débiles que los alfas. Desde su infancia, había visto a su propio padre discriminar entre él y su medio hermano. Había sido enseñado que los omegas sólo servían para reproducción. Era un privilegio nacer en la realeza porque eso significaba que podrías aprender lo que desearas, pero aún así, el destino al final del túnel, era una vida junto a un alfa. 

Así que naturalmente, Joshua creció con resentimientos contra los alfas, incluyendo a su propio padre y ahora Seungcheol. 

Pero su opinión cambió. Su opinión había comenzado a cambiar el día que vio a Seungcheol ir contra el deseo de su madre, la reina madre, al negarse a la tradición que había sido mantenida por siglos en las familias de la realeza. Esta tradición consistía de marcar al omega luego de un mes de matrimonio, sin importar la voluntad del omega. Pero Seungcheol se había negado rotundamente, diciendo que ser marcado era decisión completamente de Joshua, y que no lo haría de otra forma, y que tampoco permitiría que nadie lo forzara a hacerlo. 

Joshua estaba estupefacto, por decir lo menos. No se había comportado de otra forma mas que grosero con Seungcheol desde el día de su boda.

Desde ese día decidió cambiar su actitud testaruda y hacer caso a lo que Seungcheol le había dicho en su boda. 

"Aún si esta es una situación incomoda, espero que ambos podamos mantener el respeto mutuo y la formalidad."

Cuando se deshizo de su inicial prejuicio, descubrió que Seungcheol no era tan malo después de todo. De hecho, no se parecía en nada a otros alfas que Joshua hubiese conocido en su vida. Él era dulce y atento y un poco infantil también. El hombre no tenía ni una pizca del usual egoísmo en alfas, pues no estaba asustado de mostrar su lado vulnerable y frágil. Pero eso no significaba que fuera incapaz, cuando era necesario, sólo bastaba con una mirada severa para callar a todos. Y la mayor parte del tiempo, trataba a Joshua como un igual y no como un inferior. 

Con el tiempo, Joshua se encontró preocupándose por él. Comenzó a encontrar consuelo en el alfa. La clase de consuelo y seguridad que nunca tuvo en su propio hogar. Exacto. Seungcheol se sentía como un hogar para él.