Al llegar a la casa de Yasmin, ésta inicia conversación.
—Así que todavía no conocés tu nueva casa.
—No, aún no. — responde Magdalena.
—Bueno, mi casa es acá, ojalá te guste tu nueva casa profe, nos vemos mañana en el colegio. Ah, y muchas gracias por traerme. —dijo Yasmin sonriente.
—Hasta mañana.
—Hola mamá, llegué. — dijo Yasmin al entrar a su casa.
—No me llamaste! Cómo rendiste?
—Bien mamá, rendí bien. — contestó Yasmin con un suspiro.
Mirta, la madre de Yasmin comienza a besuquearla toda como muestra de felicidad.
—Basta mamá, basta. —dijo Yasmin con cara de culo.
—Y tu bicicleta dónde está? ¿Cómo llegaste a casa hija? —preguntó Mirta con cierto tono de chismosa.
—Ah, cierto, mamá, la nueva profesora de contabilidad me alcanzó en su auto, porque la ayudé a juntar las cosas que se le habían caído de una valija. Ella es de Lomas de Zamora, pero se muda a capital por el colegio.
—Mirá vos—dijo Mirta alzando una ceja. —la profesora trayendo a su alumna a la casa. —dijo ahora alzando la otra ceja.
—Sí. —dijo firmemente Yasmin.
—Me parece muy raro que una profesora lleve a su alumna a la casa— dijo Mirta sin piedad.
Lo que Mirta no sabía, ni sospechaba, era que Yasmín tenía el celular de Magdalena. Ésta se lo había dado, ya que Yasmín era delivery en Subway, el lugar preferido de Magdalena para almorzar y cenar.
—Magdalena, me daría su celular? — dijo yasmin.
—Eh, no, no me parecería correcto— dijo Magdalena.
—Pero es por si quiere que le lleve a su casa sandguches... esperá, que pensaste?
Magdalena baja la mirada.
—No, perdón, estaba confundida, te paso el de mi casa, anotá: 4864-2091. —
—Muchas gracias profe— dijo Yasmin con cara de que algo estaba tramando al ver que Magdalena no traía anillo de casada.
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Ella rompió mi esperanza.
RomanceElla rompió mi esperanza es una historia de amor y suspenso que te va a atrapar. Una profesora y su alumna luchando por un amor, ¿imposible?, descubrilo leyendo.