Todo empezó en 1960 en Chernobyl, había un señor que estaba loco y que amaba a una chica llamada Tona, pero la chica no compartía el mismo sentimiento.
Él siempre vestía con pantalones de chándal grises y una camiseta corta color carmesí, el cabello lo tenía largo, marrón y despeinado. Whilliam, que así se llamaba el señor, estaba loco pero no lo sabía y el pobre había intentado muchas veces conquistar a Tona pero nunca lo había conseguido, por eso un día de delirio, intentó quemar la casa de la chica, ya que se dio cuenta de que no le amaría nunca.
No salió bien, y quemó todo el pueblo menos la casa de su amada, pero por mala suerte Tona murió quemada como el resto de habitantes.