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del uno al diez, ¿qué tan lindo crees que soy? ㅡpreguntó de repente sacándome de mis pensamientos.

acariciaba su cabello en silencio mientras él estaba recostado en mis piernas mirando su celular, como todas las tardes que iba a visitarlo o las noches que me quedaba a dormir con él. pero me detuve un segundo por la brusquedad de la pregunta.

qué pregunta más tonta ㅡaunque mi voz salió naturalmente serena y profunda. comencé a sentirme nervioso.

pero dime, ¿qué tan lindo crees que soy? ㅡinsistió mirándome atentamente a los ojos y poniendo su celular encima de su abdomen.

mantuve el contacto visual pensando como decir aquello sin ser demasiado evidente o extraño.

mucho ㅡme costó decirlo. desvíe la vista inmediatamente y aunque no lo estaba observando a él directamente, pude divisar cómo las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba, haciendo que por su rostro se apareciera una bonita sonrisa.

pero del uno al diez ㅡexplicó con una voz divertida, acomodándose en mis piernas más cómodamente para mirarme.

¿de verdad quería que le diera una puntuación?

no podía. un diez incluso era demasiado poco. no había una palabra o número para expresar lo bonito que era este chico para mí.

pero no iba a decir eso; atreverme a ser tan honesto con él y que sonara raro. o simplemente ser más sincero de lo que debería... pensé en decir que era un ocho, pero aún sonaba demasiado evidente. y luego, casi inmediatamente pensé en un siete, pero se sentía egoísta.

no me di cuenta de que estuve un rato considerable pensando mi repuesta y cuando me percaté de la realidad, aún no había pensado una respuesta coherente.

dirigí mis ojos a los de él en un gesto inconsciente y noté que todo este rato había estado mirándome. comencé a sentirme sofocado y avergonzado. estaba seguro de que estaba sonrojándome por la presión que comencé a sentir.

yo- eh... ㅡdudé un pocoㅡ un... un siete ㅡsolté casi en un murmuro. sin pensarlo más.

inmediatamente escuché una abrupta risa nasal que incrementó mis nervios, mientras trataba de centrar toda mi atención en su cabello entre mis dedos. pero no podía, estaba avergonzado.

¿en serio? ㅡinquirió levantando una ceja y sonriendo divertido, con las mejillas levemente rosadas, pero no tanto como usualmente cada vez que le hacía un cumplido; era bastante claro, está vez no se lo creía.

él nunca había estado muy cómodo con su aspecto, y era algo que yo no lograba entender. a mí me parecía un chico precioso.

s- sí titubeé. ya inquieto, con ganas de levantarme y salir corriendo.

un siete es mucho ㅡconfesó con una pequeña sonrisa desviando su vista hacia la pantalla de su móvil.

honestamente agradecía esos pequeños instantes en los que dejaba de mirarme tan atentamente, estaba demasiado tenso; nunca se me notaba así, me daba vergüenza que me viese en ese estado.

claro que no. tú eres un chico muy bonito fruncí el ceño ligeramente.

no ㅡladeó su cabeza sin dejar de sonreír.

ha- hablo enserio ㅡno podía hacer que mi voz dejara de temblar de los nervios ㅡ tienes bonitos ojos. bonito cabello. bonita sonrisa ㅡenumeré con un tono de voz suave que aparentaba ser despreocupado.

¿bonita sonrisa? ㅡvolvió a mirarme, serio. y mi cuerpo que empezaba a relajarse con dificultad inmediatamente volvió a tensarse. aún me temblaban las manos sobre su cabello.

¿por qué me haces repetirlo?

estaba seguro que le hacía gracia ver mi nerviosismo; seamos claros, menos de dos veces en toda su vida conociéndome había podido ver a un rusia tan inquieto y ruborizado.

desvié la vista tan pronto sus ojos conectaron con los míos y asentí tranquilamente.

este chico me volvía loco...

fue en el momento que percibí que gracias al comentario, había empezado a esbozar una bonita sonrisa tierna que rápidamente se hizo más amplia. y no pude evitar observarlo un rato; sí que yo tenía razón, su sonrisa era muy bonita... y digo, que todas las sonrisas de todas las personas son bonitas, pero la de él... era verdaderamente única y significativa para mí.

qué lindo... ㅡmurmuré casi inaudible, con mis ojos inconscientemente perdidos en sus labios. pero él pareció escucharme perfectamente bien.

al igual que tú.

sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y rápidamente intenté procesar las palabras que acababa de decirme.

¿realmente había dicho eso?
¿realmente pensaba que yo era lindo?

abrí los ojos con sopresa y mis labios también se entreabieron para hablar, pero de ellos no salió absolutamente nada, ni siquiera estaba seguro de qué iba a decir.

el momento y las palabras habían arropado mi cuerpo en una sensación tan cálida y agradable, al mismo tiempo que realmente paralizante e inesperada.

juré que había visto mi rostro, y se había dado cuenta de todo.

¿cómo? ㅡfué lo único que me limité a decir, en un hilo de voz.

no me dijo más nada, pero estaba seguro de qué me había escuchado porque alcancé a ver como sonrió levemente mientras volvía su vista finalmente hacia la pantalla de su celular; despreocupado, divertido, como si no importara el desastre que había hecho en mí con tan solo pronunciar esas cuatro palabras.

¿por qué me haces esto, venezuela?

coward › rusveneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora