little flower | Aquel Alfa estaba tan enamorado de aquel Omega que parecía no notar su presencia. Adoraba observarlo todos los días, su belleza no tenía descripción y quería intentar todo para captar su atención |
𑁯 • Omegaverse.
𑁯 • KookV.
𑁯 • J...
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Era un día lluvioso, la tormenta no había parado desde que TaeHyung había llegado a la universidad y estaba preocupado por el hecho de no había traído paraguas, estaba tan apurado en no llegar tarde que se le había olvidado tomar el paraguas así que ahora estaba de pie bajo el techo de la entrada, esperando a que la lluvia parase.
La parada de autobús no quedaba muy lejos y se mojaría menos si corriese hacia allá, pero tenía la esperanza de que tal vez la intensidad de la lluvia redujese debido a que solía resfriarse muy rápido y no quería pescar uno ahora mismo.
Se envolvió a sí mismo en su gabardina café para entrar más en calor y entró sus manos en sus bolsillos, queriendo evitar el frío lo más posible. Se colocó sus auriculares grises y cubrió sus orejas con ellos, así amortiguando el fuerte sonido de la lluvia, empezando a escuchar sus canciones favoritas para reducir la larga espera.
Y no fue hasta que un toque en su hombro que llamó su atención e hizo que miraba hacia atrás, sin poder encontrarse a nadie, con el ceño fruncido, giró su rostro hacia el frente asustándose ante la repentina presencia del Alfa frente a él.
─── ¡JungKook! ¡No me asustes así! ─── Exclamó debido a los auriculares, golpeando uno de los pectorales del Alfa quién reía antes de acercar sus manos hacia el rostro del menor y retirarle los auriculares, dejándoselos en su cuello.
─── ¿Estás esperando a alguien? ─── Preguntó curioso el pelinegro. TaeHyung sonrió y negó.
─── No, estoy esperando a que la lluvia reduzca para ir hacia la parada de autobús ─── Informó cruzando sus brazos sobre su pecho debido a la ventisca fría que pasó por sobre ellos. JungKook asintió.
─── Pues, ¿Puedo llevarte? Vivimos en el mismo vecindario y tengo un paraguas ─── Dijo señalando el paraguas que tenía sostenido. TaeHyung lo miró y tímidamente asintió, ya que realmente no tenía grandes esperanzas de que la tormenta se detuviese en unos momentos, así que aceptó la propuesto del Alfa.
JungKook abrió el paraguas y lo posó arriba de ellos, mirándolo.
─── ¿Puedo? ─── Cuestionó refiriéndose a sí lo podía rodear con su brazo para tenerlo cerca y TaeHyung asintió, luego sintiendo como el brazo del mayor rodeaba su hombro y lo acercaba hacia él para que no se mojara.
Ambos no dijeron absolutamente nada, debido a que estaba disfrutando de la cercanía del contrario, sus aromas se combinaron poco a poco y prontamente se vieron sonriendo entre sí. El Alfa se sentía satisfecho de tener al Omega cerca de su pecho, sintiendo que lo estaba protegiendo en sus brazos mientras que el Omega se sentía lo suficientemente seguro cerca de su cuerpo.
Era aquella sensación que quería continuar teniendo incluso si no fuese para siempre.
Al estar cerca de la estación de autobús, se dieron cuenta de que el bus ya estaba ahí así que para no perderlo, JungKook sostuvo la mano de TaeHyung y ambos corrieron hacia allá, mojándose un poco debido a que el paraguas ya no cubría a los dos.
El bus se detuvo a tiempo cuando ambos le gritaron que se detuviera y JungKook dejó que este entrara primero cerrando el paraguas. Buscaron un asiento para los dos y tomaron asiento, sintiéndose agitados por la reciente carrera que tuvieron que tomar.
Y aún teniendo el cosquilleo reciente entre sus manos, TaeHyung se quedó unos segundos observando sus manos que estaban bastante cerca, así que tomando valentía, se atrevió a tomar la mano de este entre las suyas y empezar a jugar con sus anillos sin atreverse a mirarle, sabiendo que sus ojos estaban posados en él.
Con sonrisas en sus rostros, ambos se dedicaron a jugar con sus manos, JungKook dejaba que TaeHyung le quitara sus anillos y los probara en sus dedos, notando la gran diferencia de tamaño, causando risas en ambos.
No tardaron mucho en llegar y adaptando la misma posición de antes solo que manteniendo sus manos entrelazadas, ambos caminaron ─a propósito─ lentamente hacia sus casas sin querer que el momento se acabe, hasta que terminaron en frente de la casa de TaeHyung.
La lluvia había cesado y JungKook cerró el paraguas, mirando al Omega.
─── No vemos mañana, ma petite fleur ─── Dijo el pelinegro antes de llevar sus labios hacia el dorso de su mano y depositar un suave beso allí.
Las mejillas de TaeHyung se colorearon de un color carmesí que calentó el corazón de JungKook, más sin embargo, no contestó y entró a su casa ante la atenta mirada del Alfa.
