Estuvimos un par de horas, buscando entre libros y conversando, en ese proceso de búsqueda, llegamos a un punto clave, la sección de gastronomía, mirando fijamente un libro que mostraba diferentes técnicas de corte para alimentos, sea frutas, vegetales o animales. Me dio mucha curiosidad, porque veía a mi madre, mover de mil maneras su mano para cortar sus verduras, o bien era en "cuadraditos", "en tiras" y así y siempre se enojaba cuando me mandaba a cortar alguna verdura.
-Creo que leeré este- le dije a Diana mientras señalaba el libro de cortes.
- ¿Quieres ser cocinero? Entonces te gusta cocinar.
-En realidad me gusta más comer - nos reímos- pero, nunca tuve la oportunidad de aprender a cocinar y siento que sería interesante, leeré un poco más al respecto.
-Parece que cumplí mi objetivo, ya se me hizo un poco tarde, aun tengo que arreglar algunas cosas donde me hospedo. Me dijo con tristeza.
-Entiendo, me ha gustado pasar tiempo contigo, entonces creo que, para verte, tendré que esperar a la otra semana.
-No necesariamente, me vendría bien un guía turístico para conocer el pueblo. - me dijo sonriendo.
Sentí una alegría en ese momento, pero no quería adelantarme a nada, por equivocarme en pensar que a Génesis le gustaba, terminó pasando lo que pasó y esta vez intentaré hacer mejor las cosas.
-Perfecto, este fin de semana, habrá una pequeña feria, podríamos ir juntos si gustas.
-Sí, me encantaría, entonces te dejo mi número para seguir hablando.
Es así como intercambiamos número de celular y ella se fue hacia su hospedaje, no sabía como me sentía en ese entonces, pero no quería quedar pensando en ello y seguí leyendo otros libros sobre gastronomía.
-Parece que este es el último, no puedo creer que haya toda una historia detrás de la creación de un plato, creo que si me dedicaré a esto.
Es así como con esa idea en mi mente se lo conté a mi mamá.
-Mamá tengo buenas noticias, ya he decidido que carrera estudiar.
- ¿Enserio? Que buena noticia hijo y dime ¿Qué carrera es? - me preguntó con mucho entusiasmo.
-Gastronomía, siento que me irá muy bien ahí. - dije con mucha seguridad.
- ¿Gastronomía? A las justas te he visto calentar agua, ¿Cómo así te llamó la atención?
- Seguramente esto te toma por sorpresa, pero siempre miraba de reojo como preparabas la comida, lo feliz que te pone, y lo rico que te salen tus platos, capaz también tenga ese talento.
Mi madre se quedó viéndome con ternura un par de segundos por mi respuesta y me dijo.
-Me alegra saber que te gusta mi comida, como todavía no hay apertura de matrículas, ayúdame a cocinar una semana, si después de esa semana sigues con la intención de estudiar gastronomía, te matriculo, ¿está bien?
-Si está bien, verás que no me arrepentiré.
-Esta bien te creo, mañana comenzaremos con un plato sencillo.
Al día siguiente acompañé a mi madre al mercado para comprar los insumos necesarios para empezar esta semana de prueba, estaba emocionado, normalmente nada me emociona, pero esta vez sentía que podía marcar un nuevo inicio, poder borrar todo mal recuerdo.
-Entonces... ¿qué vamos a cocinar?
-Puré de papas, me parece una receta fácil con la que puedes empezar a cocinar, no te voy a enseñar a freír porque seguramente, me gastarás todo el aceite y ahorita no es muy barato que digamos.
-Esta bien ya entendí, entonces comenzaremos con puré, suena bien.
Terminamos de comprar los insumos del mercado y en el camino de regreso a casa me estaba comentando algunos detalles a considerar:
-Recuerda que cocinar no es tan sencillo como parece, puedes llegar a quemarte o cortarte, así que debes tener mucho cuidado.
-No creo que me llegue a pasar algo grave, así que no te preocupes.
Fue interesante en cierto punto, el tener que pasar tiempo con ella, que me enseñe, reír juntos, fue la primera vez que aprendí a usar un cuchillo, verán que me sirvió mucho en el futuro.
-No pensé que sería tan complicado usar un cuchillo, lo haces ver muy fácil. - dije frustrado a mi madre
-Es cuestión de práctica, a mi tampoco me salía bien los cortes en un principio, lo que más me complicaba pelar era justamente la papa y es por eso por lo que decidí empezar con este plato, para que vayas aprendiendo a como sostener y manipular un cuchillo.
Estuve un tiempo considerable aprendiendo a sostener el cuchillo, luego en que posición tenerlo y como usar mis manos y dedos para evitar cortarme, todo esto para aprender a pelar una papa, ahora tocaba aprender a como cortar en "cuadraditos". Aquí pequé de confiado, según yo estaba haciéndolo bien, es así como me distraigo y termino cortándome ligeramente el dedo.
- ¡Alejandro! Deja el cuchillo voy por algodón y alcohol - dijo mientras iba corriendo al botiquín.
Me quedé atónito viendo como la sangre salía de mi dedo, ese color rojo intenso que iba oscureciéndose a los segundos, me recordó lo que pasó con mi papá, lo que hizo, y si no bastara, también recordé a Génesis, solo que esta vez fue una sensación más fuerte, mis recuerdos eran solo de mis manos y mi cuerpo ensangrentado, pero mi mente había borrado por completo la parte donde la quedo viendo como su rostro se desformó por mi violento accionar, su rostro cubierto de miedo manchado de sangre la imagen de ambos se cruzó por como quedaron sus cuerpos, fue tan impactante que sin darme cuenta, empecé a llorar, lágrimas salían de mis ojos, como si el caño del lavadero se hubiera abierto, no podía parar, la respiración se me iba por momentos, no me podía mover, estaba empezando a sudar.
Mi madre llegó con el algodón y el alcohol en la mano, me preguntaba como estaba, pero no podía entender muy bien no me movía, recuerdo que me agarró del brazo y me limpiaba la herida, esperaba que dijera algo, pero no podía. Después de curarme, me pude calmar, mi madre me llevó a la sala y nos sentamos, me dio un vaso de agua y me dijo.
-Alejandro, algo me dice que tu llanto o el como te pusiste no fue simplemente por el corte, ¿quieres decirme que pasó por tu mente?
Evidentemente no podía decirle que recordé que maté a una antigua compañera del colegio y mucho menos era la que venía a visitarme cuando estaba superando el duelo de mi padre.
-Recordé a mi papá, el cómo lo encontré ahí en el piso con la sangre en todo su alrededor.
-Sé que traté de evitar hablar sobre lo que pasó, pero tu padre se buscó lo que le pasó, no quiero que lo odies, pero creo que tienes una idea errónea de él, se que me dirás que estuvo para ti y fui yo la que te dejé solo, pero créeme que tenía un buen motivo, no quiero quedar como la buena, te dije que lo entenderías de grande y este es el momento.
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El amor no es para Locos II
ContoEsta es la historia de un hombre que descubrirá a lo largo de su vida que no nació para amar, sino para algo más oscuro. Esta es la segunda parte de cuatro sobre una colección de historias cortas de un asesino serial llamado "El asesino del amor cie...