Y Serás Maldito.

Capitulo II "Llamado de la cárcel"

05/04/2017

La rubia caminaba en círculos sintiéndose cada vez más paranoica, había dado tantas vueltas que estaba mareada, ¿Pero como no sentirse así? Su hijo estaba en prisión y no sabía el porqué, estaba dormida cuando su teléfono sonó y al contestar solo le dijeron que Axel Lewis estaba en prisión, a la rubia no le dió tiempo de arreglarse porqué salió corriendo como loca a buscar un taxi, ¿Qué pudo haber hecho su hijo para llegar a prisión? No lo sabía, Axel siempre ha sido un buen muchacho, así que se me es difícil comprender el porqué o el cómo es que llegó aquí.

— ¿Señora Lewis? — La voz del oficial me hizo detenerme de golpe.

— ¡Soy yo!

— Sígame por favor. — Pidió y yo sin dudarlo obedecí, con los nervios a mil y el corazón en la garganta.

Caminamos por unos pasillos hasta llegar a una puerta gris de madera, el oficial tocó y al escuchar un "Adelante" abrió la puerta y entramos, un hombre de al menos unos cuarenta y tres años nos recibió y me ordenó sentarme, apenas me senté el oficial que antes estaba a mi lado desapareció del lugar.

— Buenas tardes, Allison, ¿Cierto? — Preguntó con una tranquilidad que no me trasmitio para nada.

— ¿Me pueden explicar por qué estoy aquí? ¿Por qué mi hijo está encarcelado?— Pregunte ignorando su amabilidad.

Solo quiero saber si mi niño está bien.

— Señora Lewis, la razón por la qué Axel Lewis está aquí es por un tema delicado — Reveló con seriedad y mi corazón entro en pánico

>> ¿Y si le dispararon? ¿Y si lo encuentraron con unos pandilleros? <<

— Por favor, señor oficial, dígame qué pasa, ¿No ve que soy una madre desesperada por su hijo? — Dije al borde del llanto.

La angustia quemaba mi piel y mi cuerpo estaba al borde de un colapso, lo supe cuando sentí mi piel fría y la garganta seca. Algo malo ha pasado.

— Señora, tranquilícese, escuché, su hijo está bien.

Esas simples cuatro palabras me tranquilizaron "Mi hijo está bien"

— Entonces, ¿Por qué está aquí? — Pregunte más tranquila pero con la angustia a flor de piel.

— Señora Lewis, su hijo está encerrado por violación.

— ¿Qué?

Y de pronto sentí como mi cuerpo perdió sus fuerzas y la oscuridad me abrazo de golpe.