Como todos los dias, estaba en el autobús, odiaba ese lugar pero era de la única forma barata en la que podía transportarme, no se porque pero justo ese día estaba completamente solo el lugar no había nadie mas que yo y ese asqueroso chofer.
Ya me había acostumbrado a la horrenda mirada de los hombres pero aún así el estar sola con el no me parecia muy grato.
Como estaba fastidiada ya que había sido un largo día en la preparatoria y estaba harta de todo, del trafico, los profesores, las personas que comenzaban a subir al autobús, los hombres que solo se me quedaban viendo y con esa sucia mirada podía ver sus pensamientos.
-que asco...- era lo único que respondia cuando uno se trataba de sentar a mi lado.
Se preguntaran, quien es esta chica que solo se queja de todo, que no hace mas que odiar a todo ser con vida, pues hola soy Samantha y realmente no me importa lo que pienses sobre mi...
El autobús no avanzaba y estaba harta de escuchar a todas las personas hablar sobre sus estúpidas vidas, era algo que realmente no me interesaba así que decidí colocarme mis audifonos. Ya habían pasado 5 canciones y comenzaba a relajarme, en eso el autobús volvió a parar y subió a el un chico con una guitarra, lo primero que paso por mi mente fue -otro mas que quiere dinero y no consigue un trabajo - fue entonces cuando sentí que alguien me quito uno de mis audífonos de la oreja, había sido ese tipo! yo solo lo vi con enojo y estaba a punto de soltarle un golpe hasta que el me detuvo con solo 8 palabras "solo quiero alegrar su día con una canción" no puede ser... no había pensado mi comentario... lo había dicho en voz alta! pero... algo en esa sonrisa que me dio al terminar de hablar hizo que me pusiera nerviosa y me sonrojara por primera vez por un chico.
