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¿Que hacían allí?
Era la única pregunta que se le presentaba, simplemente no encontraba la razón de porque un chico que cantaba en los autobuses llevaba fruta a un horfanato.
-No piensas entrar?- le preguntaba el mientras detenía la puerta con su espalda y tenía ambas manos ocupadas.
-Es aquí?- por fin reacciono
-Pero claro que si!- dijo volteando los ojos - si piensas quedarte allí parada mejor me adelanto, no quiero hacerlos esperar- continuó mientras se separaba de la puerta y adentrándose al lugar mientras la puerta se cerraba lentamente, ella dudó por un segundo el ir tras el pero al ver la puerta cerrándose lo único que alcanzó a hacer fue correr y entrar antes de que aquella gran puerta se cerrara.
- Así que decidiste entrar eh?- decía el mientras estaba recargado en la pared junto a la puerta - Me alegra, no creó que quieras perderte lo que sigue- decía tomando las bolsas que se encontraban en el suelo al costado de sus piernas y comenzando a caminar dejándola atras.
-Oye! Espera!- decía recuperándose y alcanzándolo para verlo con algo de enojo mientras el sólo aguantaba la risa.
-Así que... Un horfanato?-
-Si - fue lo único que respondió algo que a ella la dejó insatisfecha y con más preguntas
-Y... Porque?- más centrada en sus duda
- y porque no?- respondió el con burla, algo que a ella molesto
-Pudo haber sido un hospital o una escuela- con tono sarcástico
-No, sólo podía ser un horfanato- con mucha alegría
-Porque?- volvió a insistir
-Y porque no?- volvio a repetir, algo que a ella desespero
-Bien! Si no me quieres decir no importa, no es algo que me importe - molesta y caminando más aprisa
-En serio?- dijo deteniéndose y con una cara amistosa y desesperante -yo creó que alguien que no sabe ni a donde va pero aún así sigue adelante, es porque tiene mucho interés en algo- dijo dándole una sonrisa, esa sonrisa que había invadido su mente la noche anterior.

Si tan solo no lo hubiera pensado tanto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora