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Camine lo mas lento que podía, pero aún así llegue muy pronto a casa en donde sabia que no podria descansar.
Entre y avise sobre mi llegada a mis padres o a quien fuera que estuviera adentro, es algo que realmente no me importaba pero al momento supe quien estaba allí ya que escuche sus típicos reclamos, "porque llegas tan tarde!", "ven y saca esto!", "necesito que vallas y compres todo lo de esta lista, y ni me salgas con que estas cansada!" "voy a salir en la noche con tu padre así que vas a cuidar a tu hermana", "ve y lava los baños y los trastes", "recogeme toda la casa que mañana van a venir mis amigos", " ya no tienes tiempo para nosotros deberías salirte de tus clases de teatro", "has la comida que me estoy cambiando y de paso dale a tu hermana".... todo esto me lo dice diario, mientras esta pegada a su celular y yo empezando a hacer todo lo que me manda, gracioso no? que la madre sea quien salga los viernes por la noche a beber y llegar hasta la hora que le plazca sin importar nada mientras su esposo trabaja y sus hijas solas en la casa.
Pero bueno, así es mi vida, la vida que se acabara dentro de 2 años, si cuando sea mayor de edad y pueda irme de ese horrible lugar, mi hermana bueno, ella podrá vivir bien ya que por alguna extraña razón es la que no recibe exigencias, gritos, reclamos, golpes, o cualquier otra cosa que se le parezca.
Después de que mis padres salieran y de que por fin había terminado todo por fin tuve un momento de paz el cual comenzó con ir a tomar un baño.
Mi hermana ya estaba dormida y estaba sola en la casa, como era ya tarde supuse que a nadie se le ocurriria ir a molestar así que después de darme ese exquisito baño de agua fría ya que era de la forma mas cómoda de relajarse en una noche de verano, decidí al fin ir a tocar mi cama, ese lugar el cual es el único sitio que me duele dejar cada mañana, el lugar que mas amo y el único lugar en el que puedo relajarme y pensar claramente.
Comenzaba a dormir, estaba muy cansada ya que en todo el día no había dejado de quejarme de algo, a lo cual sonreír ya que me parecia tonto que a pesar de todo el tiempo no me había podido acostumbrar a esa vida, cuando de repente algo raro vino a mi mente, ni se por que razón pero la sonrisa de el chico de la guitarra inundaba mi mente, por favor! no era culpa por lo que le hice a su guitarra ni nada por el estilo, tampoco era molestia por como me había tratado, simplemente era un sentimiento cálido, y me agrado sentir, por la razón que halla sido, fue lindo aunque sea por esa noche.

Si tan solo no lo hubiera pensado tanto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora