Por fortuna la mañana llegó, y ese día para nuestra suerte regresariamos a nuestro hogar.
Así que, poco después del mediodía y de haber levantado nuestra casa de campaña, abordamos el autobús que nos regresaría.
Fue ahí, hasta que se puso en marcha, que Javier dirigió una última mirada al campamento y después me confesó lo que había visto.
¿Todo bien? - le pregunté.
Creo que es el momento de decirte lo que ví. - me contestó mientras miraba por la ventana del autobús.
Según el, aquella mujer al poder verla bajo la luz, se dio cuenta de que en realidad, no tenía ojos... En lugar de ellos tenía dos cuencas vacías y que además parecía que no tenía la parte inferior de la mandíbula, es decir; solo tenía la hilera de los dientes superiores.
Además me dijo que... tenía unos brazos muy largos y huesudos culminados con una unas enormes.
Yo sentí como un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo y es que al conocer esa descripción. Supe de inmediato que el acoso de ese ente se relacionaba con lo que mi novio había hecho en el cementerio y que me había ocultado.
¡¿Que hiciste Javier?!...
¡¿Que hiciste en el cementerio?!...Le volví a preguntar pero otra vez, no me lo quiso revelar.
Me molesté con el al ver qué no me daba respuesta, así que no hable con él el resto del camino. No me di cuenta que, al poco rato me había quedado dormida en el autobús.
Pero nunca se me olvidara nunca lo que soñé en ese momento...
Por alguna extraña razón, me encontraba de nuevo en ese lugar, mientras veía el lago pude escuchar como unos quejidos a lo lejos.
No pude evitar saltar del susto, a lo lejos pude ver a mi novio, Javier; que me miraba sin perderme de vista.
¿Javier? - le pregunté extrañada.
Por alguna razón no hacía ningún gesto, pero al mencionar su nombre, se dio la vuelta y comenzó a caminar.
¡¡Javier, espera!!. ¿A dónde vas?
Comencé a perseguirlo pero por alguna extraña razón no podía alcanzarlo. No sabía porque corría hacia el bosque y por qué no me contestaba.
Todo era muy confuso para mí, tenía tantas cosas en mi cabeza que no me di cuenta que ya estaba dentro del cementerio. Pero él no se encontraba ahí.
¿Javier?... ¿Javier donde estás?...
Gritaba su nombre sin obtener respuesta suya. Quise volver a gritar su nombre pero fui brutalmente interrumpida por ella.
Ahí estaba... se trataba de esa mujer, se encontraba a unos cuantos metros de mi, adelante de una gran lápida.
Al verla, mi cuerpo quedó paralizado por completo, pude sentir como perdía el control del mismo. Ella era tal como Javier la había descrito. Su rostro, jamás olvidaré es rostro brutalmente desfigurado.
¡¡Esto es una pesadilla!!...
¡¡No es real!!...Lo repetía en mi cabeza una y otra vez mientras cerraba los ojos. Pero cada vez que los volvía a abrir ella se acercaba más y más...
Hasta que vi como levanto sus dos largos y huesudos brazos para tratar de tomarme. Yo volví a repetir que no era real, que solo era una terrible pesadilla. Hasta que mi novio me despertó.
¡Sofia! ¡Sofia! ¡¡hemos llegado!!...
Me desperté bañada en sudor.
Mi novio me preguntó que si estaba bien a lo que le dije que si, que solo había sido una pesadilla.
Sacamos nuestro equipaje del autobús y nos disponíamos a tomar un taxi para ir a casa, en unos cuantos minutos nos encontrábamos ya en la ciudad. De vuelta a nuestra vidas cotidianas.
El taxi nos dejó afuera de la casa, Javier suspiro fuertemente y abrió la puerta del mismo. Me ayudo con mi maleta y nos dirigimos a nuestro hogar.
Entramos a la casa, pensamos que por fin podíamos estar tranquilos pero pronto sabíamos que estábamos equivocados...
ESTÁS LEYENDO
Nunca Molestes A Los Muertos
HorrorNunca molestes a los muertos es una obra original de @EduardoMontes393 dónde nos cuentas los acontecimientos de una pareja que se disponía a pasar unas buenas vacaciones un fin de semana pero termina siendo una pesadilla. Despertando a un ser sobre...