Nunca Molestes A Los Muertos

Capitulo 3: Una noche aterradora

Recuerdo muy bien lo que pasamos esa noche:

Las pisadas afuera de nuestra casa de campaña no se detenían, a la par de que en vez en vez comenzó a presentarse un olor, era muy asqueroso, pútrido, horrible incluso nos provocaba nauseas.

La verdad es que no quisimos salir a ver quién estaba afuera pero ya de mañana, al salir de nuestra casa pudimos notar como alrededor de ella, había las huellas de un par de pies descalzos que efectivamente...
Se dejaba ver a todo alrededor de nuestra tienda. Cómo si durante la noche alguien de hecho la hubiera estado merodeando.

Decidimos no darle importancia a este hecho, de modo que continuamos con nuestras actividades. Conociendo más el lugar y visitando un pequeño pueblo que se encontraba cerca de ese lugar pero, tengo que decir que eventualmente durante el día, aquel olor pestilente...en más de una ocasión podíamos percibirlo.

En fin, la noche volvió a llegar... Cabe señalar que ese día hizo un calor más intenso, de manera que para poder dormir agusto, decidimos quitar la parte que cubría el techo de nuestra casa, de modo que ahí solo quedo una especie de malla que permitía ver hacia el exterior.

Este hecho, minutos después supimos, había constituido un error. Ya que, les platico, minutos más tarde, entrada la madrugada, de pronto los mismos y misteriosos pasos de la noche anterior se dejaron escuchar afuera de nuestra tienda pero a diferencia de ayer, no contar con el techo de la casa hizo posible que... Pudiéramos observar hacia afuera.

Y fui ahí que la luz de la luna nos permitió visualizar que cerca de nuestra casa se encontraba lo que suponemos era una mujer. Ya que llevaba el pelos hasta los hombros pero en extremo desenvuelto, así vez vimos que era muy pero muy delgada y que de vez en vez se encorvaba con el objetivo de dirigir una mirada al interior de nuestra tienda.

Pero, ¿que le pasa a esa mujer?, ¿que es lo que querrá? - preguntó mi novio.

Aquello nos lleno de terror, ya que a pesar de la oscuridad, pudimos ver que esa persona no tenía un aspecto normal, así que... solo nos propusimos voltearnos boca abajo y no volver a mirar hacia afuera.

Sin embargo, al paso de los minutos. Javier, mi novio sintió ganas de ir baño pero el temor lo hacia desistir de salir.

Javier: ¡Diablos!
¿No crees poder aguantar?- le pregunté muy preocupada.
¡No lo se!, no debí tomar mucha agua - me contestó mientras se sujetaba la vejiga.

No obstante llegó el momento en que no pudo aguantar más y así salió de la tienda.

No les miento... me dio mucho temor que me dejara sola pero no había nada más que hacer.

¡Ve rápido! - solo pude decirle.

Salió y tras unos minutos transcurridos que la verdad se me hicieron eternos, por fin pude escuchar como Javier regresaba a la casa.

Muy nervioso nuevamente coloco el techo de la tienda y entonces entro...
me pude dar cuenta a pesar de la oscuridad que estaba pálido.

¿Que pasó? - le pregunté.

El me dijo que había ido al baño lo más pronto posible, pero que en un punto sintió una fuerte mirada. Al voltear pudo ver que aquella mujer que nos estaba acosando, lo estaba vigilando a lo lejos, bajo a uno de los escasos postes de luz y fue precisamente esa luminaria que le hizo ver con más claridad que ella no era normal.

¡No es alguien normal Sofía! - me dijo con voz temblorosa.

¡¡No es alguien normal!!...

¿Que tiene?, ¿Cómo es? - le pregunté, pero él... al menos en ese momento noe quiso dar más detalles. Solo me pidió que por ningún motivo saliera de la tienda.

¿Que era lo que había visto?
¿Por que esa mujer nos estaba atormentando?
¿Por que a nosotros?...

Era algo que no podía entender, no les miento toda la noche no pude dormir haciendo me estás preguntas.