❝━Ella vive en otro país, habla otro idioma, no ríe mucho, ¿por qué te gusta?❞
▮ 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 roier no puede dejar de
pensar en una chica que lo insultó
en los squid games
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𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 elizabeth odia que un chico
mexicano la llame lizzie ੈ✩...
capítulo uno / i didn't fall in love with u, Quackity.
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elizabeth's pov
@roierr ha empezado a seguirte
—Iagh —hice una mueca tirando mi teléfono al lado mío, cayendo sobre el sofá—, Si me tiro desde la azotea, ¿crees que nuestros papás puedan reclamar un dinero?
George se río al verme y me abrazó, solo toleraba afecto de pocas personas, incluyéndolo, después de todo, si me negaba le diría a mamá y entonces conocería el terror.
Había venido a quedarse conmigo por unas semanas, para los Squid Games ya que, según sus propias palabras, "Tenemos telepatía de hermanos, no podremos perder con esa ventaja".
Yo quería a George, pero lo malo de tenerlo en mi departamento, era que venía en paquete.
—¡Ya salieron las galletas de Tina! —gritó Clay, entrando a la sala con una sonrisa resplandeciente—, mira, Eli, son tus favoritas.
Rodé los ojos y me tiré al sofá, pero noté como él me las dejaba a mi lado, con discreción, agarré dos y me las metí a la boca.
Le oí reír a lo bajo.
—No me llames Eli —le dije—, últimamente todos me cambian de nombre.
—¿A quién te refieres con todos? —me preguntó, alzando una ceja.
Clay parecía un oso gigante por alguna razón, me daba ganas de agarrarle los cachetes y apretarlos, pero a la misma vez me daba pereza.
—¡Se refiere a su nuevo amigo! —dijo Tina, saliendo de la cocina con los guantes de hornos dentro de su delantal—, es mexicano.
—Eli tiene algo con los mexicanos —se burló el oso gigante, provocando que le lanzara una almohada, que solo rebotó en su pecho—, ¿Qué? Vas dos consecutivos, porque, según tú, Nicholas no cuenta, tienen una relación extraña ustedes dos.
—No es extraña.
Clay miró a mi hermano, y él asintió con la cabeza, dándole la razón, luego miró a Tina, quien hizo lo mismo.
—¿Es en serio? —pregunté exasperada.
—Todos lo notan, Eli, casi nunca te molestas con él en serio, cuando están ebrios, se desaparecen, hablan por horas de temas sin sentido solo porque sí, incluso lo notó Quack-
—No estábamos hablando de Nicholas, sino del chico raro de los Squid Games—murmuré, tirándole mi zapato esta vez, pero solo lo atrapó. —Solo es un niño molestoso que generaliza a los estadounidenses y que me llama Lizzie, ni siquiera sé qué me dijo.
