chuzeado.

Argentina vs Curazao.

El banco de suplentes está, ¿cómo decirlo?.

Incomodo.

La pelota que acaba de perder Lautaro, trastabillando con sus propios pies fue vergonzoso de ver.

Cristian, Nahuel y Lisandro, tienen una expresión de profunda vergüenza ajena.

-Es terrible.

-No hay duda, culiado, está re chuzeado.

De repente Lisandro gira la cabeza hacía un costado, una cámara lo enfoca de frente, captando su mirada concentrada en lo que sea que esté pensando.

-No podemos dejar que esto siga así.

Nahuel, lo escucha y mueve al Cuti discretamente para que ambos le presten atención al entrerriano.

-Parece que tenés una idea Licha- comenta Molina, mirando otra vez el juego.

-La cuarta es inevitable.

Lisandro, con la colaboración de sus dos mejores amigos, se encargaría de sacarle la mufa a Lautaro Martínez.

Luego del partido, los jugadores tuvieron que salir casi corriendo al avión, en estás horas previas a llegar a Ezeiza dónde podrían descansar antes de seguir rumbo a Europa, Lisandro, aprovecho para contarles el plan a los otros dos.

Están los tres sentados en el fondo del avión, con el mate preparado y dispuesto a poner en práctica cualquier cosa con tal de que Lautaro vuelva a convertir con la celeste y blanca.

-Muchachos hay que ser sinceros, nada de lo que hicimos hasta ahora funcionó y hemos probado mucho.

-Ni siquiera el ritual del palo santo- dice triste Nahuel.

-Tampoco los cristales energéticos y de protección- aporta el Cuti, para después sorber el mate.

-Si ya sé, tampoco el ajo y el reiki- Lisandro se lamenta.

-¿Capaz le falta una curación de vidas pasadas?- Nahuel le sacá el mate al Cuti porque pelotudea -Te fijaste su carta astral, es impecable- el entrerriano asiente y de repente se da cuenta de que todavía no recibió ningún mate.

-La puta madre siempre lo mismo con ustedes dos.

Ellos se ríen y ahí le ceban uno.

-Bueno, pero a ver, que propones, ya hicimos todo- Cuti le entrega el mate y Lisandro se lo toma antes de contestar.

-No mí hermano, todavía queda algo por hacer.

Se hace el misterioso, Nahuel se inquieta, sin proponérselo se acerca a él hasta interrumpir su espacio personal, Lisandro lo mira y sonríe con amplitud.

-¿Que miras?- Nahuel revolotea las pestañas -Estuviste metido en twitter otra vez- afirma aún mirándolo punzante -No, nada que ver- Molina, le hace una seña al otro cordobés y de repente Lisandro está siendo acorralado por los dos.

Parece un bambi asustado. Aterrado por haber sido descubierto tan fácilmente, o sólo es Nahuel que lo conoce demasiado bien.

-Puede ser...

Los cordobeses intercambian miradas, Lisandro tiene un leve problema con obsesionarse con las cosas que ve en la red social del pajarito azul, sus compañeros ya concientes de este tema le habían advertido que no lo vuelva a hacer.

-En mi defensa, encontré un fan art mío que es increíble- se excusa -Se lo mandé al Cuti y todo- Nahuel se relaja -¡El del carnicero!- grita Cristian acordándose de aquel dibujo tan bien hecho -Es buenísimo- Molina está aliviado de que Lisandro no hubiese estado viendo las cosas que dicen de él, cuando lo menosprecian como jugador o lo comparan con otros defensores, diciendo por ejemplo que Lisandro nunca sería tan bueno como Ederson Militao, defensor del Real Madrid, o que no es un jugador marca Manchester United. Nahuel no quiere que Lisandro se impregne de la mala vibra que hay ahí, o al que le van a tener que hacer rituales no va a ser Lautaro.