Verdad O Reto

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Estamos Eddie, Robin y yo afuera de un supermercado. Acabamos de salir de «El Escondite», uno de los lugares más famosos de aquí.

Él y su banda han tocado algunas canciones, Robin y yo hemos bebido mientras los veíamos y ahora estamos en la banqueta, ellos fuman un porro mientras yo los miro.

Hemos sido grandes amigos durante años, he convivido con Robin desde que éramos bebés y a Eddie lo conocí en la preparatoria.
Bendita preparatoria, estuve a punto de reprobar una de las materias más importantes, pero afortunadamente y aunque no lo crean, una de mis peores enemigas me ayudó a pasar, claro que le tuve que dar algo a cambio, una cita con mi hermano Devon.

—Te ves muy linda hoy —Eddie sonrió de lado y me guiñó un ojo.

Me recordó a Billy, el hermano de Max qué vuelve locas a todas las señoras de la alberca. No miento, es sexy, igual que Steve.

—¡Ey! —Robin lo señaló—, deja de coquetearle.

Ambos me atraen, de manera sexual y de manera romántica, no sabría a quién elegir, si los pusieran en una balanza estarían nivelados.

—Quiero hacerlo —señalé el porro entre los dedos de Eddie.

Los dos me miraron confundidos y se miraron entre ellos, no era normal que yo quisiera hacer algo así, odiaba la maría. Pero la curiosidad me ganó.

—¿Estás segura, linda? —Eddie preguntó acercándose a mí.

Siempre me hablaba así y moría internamente cuando lo hacía.

—lo estoy, no sé qué les atrae tanto de esta porquería —me encogí de hombros y arrebaté el porro de sus dedos.

—Bien, solo hazlo con cuidado —Robin se levantó de la banqueta y se colocó al lado de él.

—¿Cómo lo hago? —pregunté admirando el trozo de adicción.

—Bien, ponlo sobre tus labios y jala, deja que llegue a tus pulmones y después lo dejas salir lentamente —Robin explicó despacio.

—Respira y mantenlo en tus pulmones unos segundos, pero no demasiados, aún eres inexperta —Eddie sonrió.

—¿o-okay? —tragué saliva.

—Sí no sientes nada en los pulmones es porque lo estás haciendo mal —Eddie prosiguió con la explicación—, no lo tragues, el estómago te dolerá si lo haces.

—es horrible ese dolor —Robin negó con la cabeza y arrugó el gesto.

No sonaba tan difícil en ese momento, nada difícil, eso creí.

—Bien —tomé aire antes de poner el porro sobre mis labios.

Jalé lentamente, seguí cada paso que me dieron, pero fue un fracaso total, estaba ahogándome.

—Está bien, la primera vez no sale, inténtalo de nuevo —animó Eddie.

Volví a hacerlo y ahora todo salió perfecto, di una calada más y ellos me veían divertidos. Eddie recargado en el hombro de Robin mirándome fijamente y Robin con los brazos cruzados viendo el porro entre mis labios.

—Bien, dámelo —pidió Robin haciendo una señal con su mano.

Fuimos rolando el porro, primero Robin, después yo y al último Eddie.

Mientras fumábamos, recordamos nuestros «grandes momentos», Eddie mencionó la vez que nos besamos en biblioteca.

Jugamos «siete minutos en el cielo», no nos conocíamos de nada y solo nos dimos un pico, un pico qué hizo qué me enamorara de él, pero estoy segura de que él jamás se dio cuenta.

Cuál De Los Dos | Eddie Munson | Robin Buckley | OneShot +18 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora