Una tarde bajo el ardiente sol, en un camino polvoriento y repleto de pierdas, piedras que rasgaban a cualquiera que las pisase, las pisaban unos pequeños pies; sucios y heridos de la larga distancia que la infante iba recorriendo el pueblo, un pueblo pequeño, personas que se conocían entre sí; Empapada de sudor, llevaba en su frágil cabeza, una ponchera repleta de mangos enormes, muy agotada y con su cuerpo prácticamente dormido, escuchó de lejos que la llamaban por su nombre: Inés!. la niña con su vista empañetada, del sudor tan constante que bajaba por sus párpados, muy agitada y con labios resecos, se acercó hacia el llamado y preguntó: me llamaba ? la señora viendo a la niña con lamento, le pregunta: cuánto por la ponchera ? La niña sorprendida le pregunta : habla enserio? y la señora respondió: Si Inés.Muy agradecida, se baja la ponchera pudiendo al fin respirar con certeza, sin dejar de sonreír, y al mismo tiempo avergonzada, le dice... 500 pesos señora, la señora ríe a carcajadas, de forma sutil y le pasa 1,000 pesos, diciéndole: Inés espero que puedas sustentar por unos días a tus hermanos y te permitas descansar. Ines con ojos lacrimosos, responde... Gracias!! Acaba de darme esperanzas, ya no las tenía.
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Fario
Non-FictionPersistente ante las muchas desdichas de la vida, una joven mujer que lidió con frustrantes y difíciles, pero a la vez tiernos y conmovedores momentos , en su calamitosa vida.