Capítulo 30

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Andrea estaba dormida en su habitación del hotel, aprovechaba el fin de semana sin carrera e iba a descansar lo más posible, saldría con Mick a desayunar a las 11:00 y a penas eran las 9:00.

–Andy.– dijo Mick sacudiendola suavemente para despertarla.

–Mmm.– dijo la mexicana.

–Despierta, amor.– dijo Schumacher.

Andrea abrió sus ojos lentamente intentando acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana.

–Buenos días.– dijo Andrea sonriendo mientras se estiraba.

–Buenos días.– respondió Mick dejando un beso en sus labios.

–¿Qué pasó?– preguntó Andrea sentándose.

–¿Quieres salir a caminar?– preguntó el alemán con una sonrisa.

–Seguro, nada más me quiero bañar primero.– dijo Andrea.

No tardó más de 10 minutos en bañarse y se tardó otros diez arreglándose, Mick ya estaba listo para cuando ella terminó, salieron a caminar un rato, se detenían de repente para ver distintas cosas pero llegaron al hotel a las 10:30.

–Te amo mucho y todo...pero nos teníamos que levantar temprano?– preguntó Andrea cuando se dió cuenta de la hora.

–No teníamos, pero quiero que aprovechemos el día, Andrea vamos a cumplir dos años saliendo.– dijo Mick con su brazo encima de los hombros de la mexicana.

–Pero empezamos a salir en 2018...no serían cuatro?– preguntó Hernández confundida.

–Dos años en los que si salimos, empezamos a salir a mediados de 2018 y terminamos un año después en 2019, luego en 2020 regresamos...en realidad creo que son tres, ya me perdí.– admitió el alemán.

Andrea soltó una risa al escucharlo hacer las cuentas, no le importaba cuánto tiempo llevarán, mientras el estuviera a su lado era feliz.

Desayunaron con tranquilidad mientras platicaban, iban a quedarse en su cuarto de hotel hasta la noche que se irían a cenar y luego a ver Hamilton. No les gustaba mucho el ambiente de ciudad, el ruido, el tráfico y la contingencia en específico, por eso no saldrían demasiado, sobretodo porque había muchos fanáticos que les pedían fotos y por más que les agradará el hecho de tener fanáticos, ellos solo querían tener un lindo aniversario.

Dieron las cinco de la tarde y se fueron a arreglar, sabían que no debían ir tan elegantes al show pero después se irían a cenar, salieron del hotel a las seis en punto y se fueron al teatro, tenían que contemplar el tráfico en sus planes, llegaron al teatro veinte minutos antes de que empezará la obra.

Para cuando terminó la obra ya eran las diez de la noche, ya tenían su reservación para las diez y media así que lograron ir con tranquilidad, llegaron al restaurante y enseguida les dieron su mesa, estaban un poco alejados de los demás con la intención de que no se les acercarán muchas personas.

–¿Sabes de qué me acuerdo? Cuando me dí cuenta de que me gustabas, no lo quería aceptar, es decir, eras mi mejor amigo, sabía que si intentaba algo la amistad saldría afectada y preferí quedarme con mis sentimientos en vez de cagarla con tal de no perderte... Y ahora te tengo aquí y cada vez que recuerdo que eres mi novio me haces sentir como si no pudiera ser más feliz y luego logras que sea AÚN MÁS feliz. Se que no soy buena con las palabras acarameladas o en expresar como me siento, pero dios, Mick, contigo las palabras salen como si fuera lo más normal del mundo y no sabes lo que haría por tí.– dijo Andrea agarrando la mano del alemán, sabía que ella no le había dado tanta importancia como el a este aniversario, pero quería que supiera que si le importaba.

–Andy, yo sé que no eres de la clase de persona que va por la vida hablando de cómo se siente, digo, claro que me costó al inicio que te abrieras conmigo, sobre todo porque no podía descifrar que era lo que pasaba por tu mente, sigo sin poder hacerlo al 100% pero cada día en que te tengo a mi lado sonriendo, jamás había sentido eso, mis papás siempre me dijeron que el amor era inexplicable y cada vez que los veía sonriendo el uno al otro, no podía evitar pensar en que yo quería estar con así alguien. Y te veo a ti a través del paddok o hablando con niños y siento que por fin tengo a alguien que me apoya sin pensarlo. Andrea, me tienes a tus pies cada día, eres la única persona que siento que me entiende y en lo único que puedo pensar todo el tiempo es en lo afortunado que soy de tenerte a mi lado.– dijo Mick besando la mano de Andrea, la mexicana parpadeo varias veces intentando ocultar las lágrimas que querían salir de sus ojos. Sus sonrisas no podían ser más grandes, ambos habían encontrado lo que necesitaban en el otro, no se podían imaginar estar sin el otro.

Midnight rain || Mick Schumacher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora