Capítulo 4.

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Sentía que le estaban pasando algo húmedo por la cara, comenzó a reír por lo bajo, sentía un cosquilleo en la cara, pero no entendía que era, trato de abrir sus ojos pero el sol le molestaba, tras un par de intentos logro finalmente abrir bien los ojos, ahí visualizo que era esa cosa húmeda que sentía, se trataba de la lengua de un perro de cabellos rubios y de gran tamaño. Vlad se aparto asustado, comenzó a gatear hasta la sombra, se sentó y se recostó en la pared, se vio en el reflejo de un cristal, tenía la cara roja, sin embargo no tenía llagas, eso le llamo la atención. Usualmente si un vampiro se expone mucho al sol le salen llagas en la piel.

El perro se acercó corriendo hacia él, se acostó en su regazo, Vlad trato de quitarlo pero el animal era muy pesado, se rindió y se quedó observandolo detenidamente.

—¡Eh, lárgate pulgoso! —alego.

El perro ni siquiera le prestó atención, se acomodó aún más sobre él. Vlad soltó un suspiro, lo único que le faltaba, un saco de pulgas molestandolo.

Quiza podría comérmelo” - pensó el vampiro.

Vlad cómo pudo lo tomo entre sus brazos, cuando estaba apunto de darle una mordida el perro lo observo directo a los ojos, su corazón se estremeció, lo cual era raro, nunca antes había sentido algo como eso, no sabía cómo describir ese sentimiento. Intento morderlo de todas formas pero no pudo, no fue capaz.

—De ahora en más estarás a mi lado.

El perro ladro contento, Vlad le puso la mano sobre la cabeza y lo miro serio.

—Te nombró mi guía, tu serás quien me ayude en este mundo tan extraño.

El perro ladro y le lamió la cara de nuevo, Vlad cómo pudo se puso de pie, se sentía muy adolorido, pero creía que era capaz de caminar, daba pasos lentos, salieron del callejón y empezaron a buscar comida, caminaron un largo tramo hasta que llegaron a un mercadito, por alguna razón los puestos estaban sin vendedores, la comida estaba puesta en bandeja de plata justo para Vlad.

—¡Al fin algo de comida! —sonrió grandemente— ven, vamos a comer, me muero de hambre.

Vlad tomo de un puesto un pedazo de pan y se lo dió al perro, el busco entre todas las verduras algo que llamara su atención, pero el ni siquiera le gustaban ni en la ensalada, decidió tomar un tomate ya que era lo más cercano a la sangre, hablando en términos del color. Al morderlo no sintió náuseas, así que se lo comió de un solo mordisco, cómo estaban tan deliciosos y su hambre muy grande, comenzó a devorarse todos los tomates que encontraba en el puesto, hasta que se quedó el puesto vacío.

—¡Que mal! No guarde ninguno para después —se quejó con su amigo de cuatro patas—, veré si encuentro otra cosa que sea comestible.

Tomo una bolsa plástica de un puesto y comenzo a tomar las verduras y las frutas que le llamarán la atención, en su mayoría de color rojo, también tomó más pan para su amigo.

—¡Oye tú! —grito un hombre enfurecido.

Vlad volteo a ver, todos los vendedores lo observaban enojados, se habían reunido en  la alcaldía por una asamblea y como era un pequeño pueblo tranquilo dejaron su venta sola, no esperaban que alguien llegara a robar su mercancía.

—¿Me habla a mi? —cuestiono ofendido el vampiro

—¿Ves a alguien más aquí, imbécil?

—No me trate así, usted y yo no estamos en el mismo nivel, sucio campesino.

—¡El único que es un sucio aquí eres tú! ¡Eres un ladrón!

—¿Ladrón?

—¡Sí! Un bueno para nada y encima altanero.

—No soy un bueno para nada, soy el heredero al trono, Vlad Levandovschi del reino...

Fue interrumpido por un fuerte puñetazo en la boca que recibió por parte del vendedor, todos los vendedores lo rodearon y comenzaron a golpearlo con sus puños y con escobas, cuando notaron que estaba más que inconsciente, se reunieron a decidir que hacer con el ladrón.

—Hay que llamar a la policía —indico uno.

—No, debemos cortarle las manos, para que no vuelva a robar —grito una señora de avanzada edad.

—Quitenle la ropa —exclamo alguien.

Todos comenzaron a discutir dejando de prestarle atención a Vlad, el perro, quien se había escondido bajo uno de los puestos, salió y comenzó a jalar al vampiro por la manga, Vlad comenzó a reaccionar poco a poco y al notar que los vendedores discutían empezó a escabullirse con todo y bolsa de frutas.

Se puso de pie, puso la bolsa en la boca del canino, porque después de todo, un principe no carga con sus cosas y comenzó a caminar apresurados, esperando que no notarán su ausencia.

—¡Oigan! ¡Se está escapando! —alerto un vendedor.

Todos voltearon a verlo, Vlad y el perro se vieron mutuamente asustados, así que decidieron que la única opción que les quedaba era comenzar a correr, Vlad casi no podía correr por el dolor en sus piernas.

—¡Alguien atrapelo! —exclamaban desesperados los vendedores.

El vampiro no sabía a dónde ir, así que el canino comenzó a guiarlo, Vlad decidió dejar el mando de líder al perro, así que lo siguió a todas partes. El valiente líder de cuatro patas lo llevo hasta el bosque, se adentraron en este, el perro se dejó caer al suelo cansado, Vlad aunque quería seguir huyendo también se tiró al suelo.

—No entren —advirtio una vendedora al resto—, dicen que ese bosque está embrujado.

La multitud se aterró al escuchar eso, comenzaron a murmurar cosas como que no valía la pena seguirlo, algunos quedaron inconformes con la decisión pero tampoco tenían el valor de entrar ahí, así que todos se regresaron al mercado.

Mientras, el vampiro y su líder canino se quedaron dormidos por el cansancio en el suelo de aquel sombrío bosque, dónde decían no habitaba ni un solo humano y que estaba invadido por criaturas míticas.

Y el joven heredero estaba a punto de averiguar la verdad.

Sobreviviendo a un nuevo mundo | ONC 2023 [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora