LA ORDEN DEL FENIX

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Scarlett sentía la brisa del aire recorrer su cuerpo, el día estaba un poco oscuro no le importaba en lo absoluto que se cayera el cielo sobre ella en ese momento, talvez morir en una tormenta seria lo mejor que lo pudiese pasar. Tomo un trago de la botella que traía en mano, observo con detenimiento cada una de las lapidas que tenia al frente, se rio cuando leyó el nombre de una en especifico, de un solo trago dejo la botella de cristal vacía, se escucho con fuerza como el envase golpeo el concreto de la tumba que tenia su atención.

Su sangre comenzaba a hervir al momento en que inicio una batalla entre ella y las lapidas, entre tropiezos y quejidos llenos de ira sus manos temblaban debido a los profundes cortes que se hacia con cada golpe, logro hacerles algunas grietas que terminarían hechas pedazos cuando las pateo, sentía que fuera lo que hiciera no era suficiente.

Camino dos pasos mas hasta toparse con la lapida que era la verdadera razón por la que estaba en ese cementerio. Se tumbo para recostarse sobre ella, logro sacar con bruscos movimientos dos bolsas de regaliz de su bolsillo, abrió una para comerse los caramelos y abrió la otra dejándola en el suelo. <<Lo siento tanto, hermano.>> Con la manga de su abrigo trataba de limpiarse la cara, le perecía imposible aguantarse la lagrimas, estaba sintiendo demasiado en ese momento. << Debí ser yo, lo se.>> Le dio un beso al nombre impreso en la lapido y se puso de pie, observo cada una de las flores que le habían traído, estaban por marchitar. Susurro un hechizo y por arte de magia el pasto cambio de color a uno mas fuerte y hermoso al igual que los hermosos arreglos que adornaban el concreto.

—Debiste avisar que estarías aquí.—Los pensamientos de Scarlett se vieron interrumpidos en cuanto un hombre apareció detrás de ella.—Te busque por todos lados.

—Ya me encontraste.— No le interesaba dirigirle la palabra ni a el ni a nadie.

—Tienes que acompañarme.— Snape trataba de no sonar desesperado y preocupado acerca de la situación que la chica desconocía. Sabia algo sobre el tema del porque Scarlett visitaba ese lugar y no quería hacer un paso en falso.

—No me apetece ir al callejón Diagon.

—Alguien atacó a Potter, corres peligro.

Scarlett respiro profundo y se resigno a tragarse todo, no quería llevar sus pensamientos de mierda de vuelta a Hogwarts.

[...]

— No entiendo que es lo que hace ella aquí.—Lupin giro su rostro a hacia enfurecido amigo.— Los rumores dicen que esa chica podría ser una Grindelwald...— Snape ya estaba harto de escuchar a Sirius quejarse de la presencia de Scarlett.

La Orden del Fénix tenia una reunión aunque la mitad de los miembros estaba en una búsqueda de rescate. Scarlett dormía en una habitación que conectaba con el cuarto de ellos, debido a su estado de ebriedad Severus decidió que era mejor que descansara un rato y no causara mas preocupaciones con los miembros de la orden.

—Canuto, es solo una niña...—Black bufo negando con la cabeza, sabia que Lupin no estaría de acuerdo con el.—Deberías agradecerle, por lo que nos contaron los chicos... gracias ella Harry salió con vida del torneo.

[...]

Harry estaba expectante de lo que veían sus ojos, justo ahí en medio de la fría calle junto con el profesor Alastor, Kingsley y otros magos que fueron a su rescate. Un largo condominio estaba enfrente de ellos, el ex profesor dio unos golpes al suelo con su bastón y el edificio parecía abrirse entre si. <<Adelante >> pronuncio Alastor; el resto entro uno por uno a la vivienda que había resurgido por arte de magia. Potter seguía atónito en medio del pasillo así que los adultos pasaron de largo. Logro acercarse a la puerta al final del pasillo pudo notar la presencia de Sirius y el Profesor Lupin mientras que unos entraban a esa habitación, antes de poder saludar a su tío la señora Wesley apareció con una gran sonrisa cerrando la puerta detrás de ella.

Sangre Pura-Amor Puro. (Chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora