Capítulo uno: Mis dos alfas

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*El sueño de cualquier omega es encontrar a su alfa destinado con el plus de que sea guapo y millonario, alguien que pueda mimarlo y cuidarlo hasta el final de los días, y yo, Noah Miller, tengo todo eso pero multiplicado por dos, pueden decirle suerte o fortuna pero esa es mi vida y esta es mi historia.*

Noah apenas abría sus ojos y ya veía unos fuertes pectorales frente a él, giraba al lado contrario y tenía el mismo panorama, la hora de dormir era su favorita pues sentía la calidez de los brazos de sus dos alfas, James y Max. Estos tres ya han vivido juntos por 5 años, teniendo días buenos y días malos pero nunca han sufrido una calamidad tan grande como las que se les iba a presentar en el futuro.

- Buenos días, cariño - James Parker, magnate hotelero dueño de varios centros turísticos situados alrededor del mundo, este gran alfa acababa de despertar y pedir mimos a su pequeño omega.

Buenos días - Noah besó levemente los labios de su alfa mostrando una sonrisa con sus encantadores hoyuelos y pequeñas lágrimas que salían después de bostezar.

Ante tan encantador saludo matutino, James quería presionarlo contra la cama y despertarlo completamente - Parece que la noche anterior no era suficiente.

Noah se sonrojó mientras empujaba de la cama a ese alfa pervertido - ¿Qué tonterías dices?

James se burlo un poco, pero luego miró a ese alfa que seguía durmiendo - ¿Acaso él no piensa despertar? ¿Al fin se le acabaron sus 9 vidas?

- Te he dicho que Max no es un gato - Noah peinó el cabello de Max con sus dedos mirandoló tiernamente - creo que no se levantará temprano, apenas llegó en la madrugada alrededor de las 2AM, al parecer ambos están muy ocupados estos días.

- Entonces deja que siga durmiendo y vámonos a desayunar solo nosotros dos.

- ¿Por qué tu propuesta suena demasiado sospechosa?

- Averigua por ti mismo el significado de mis palabras - James tomó la mano de Noah para llevárselo pero sintió que algo lo retenía de cumplir su objetivo, al mirar el otro lado de la cama se encontró con la mirada afilada de Max.

-¿Por qué quieres llevarte a Noah de mi lado? - Maximilian Chevalier, empresario y dueño de varios centros comerciales quién ha organizado las más lujosas pasarelas a lo largo del mundo, despertó al no sentir las cálidas feromonas de Noah que estaba siendo arrastrado por James.

- Mi hermoso novio debe comer, entonces lo estoy llevando al comedor - Dijo James mientras jalaba a Noah para abrazarlo.

- Noah debe dormir bien para que este saludable, así que debe seguir durmiendo un poco más - Max jaló a Noah para que vuelva a la cama.

Han pasado 5 años juntos y aún esos dos alfas no se terminan de llevar bien gruñendose entre ellos, mientras Noah era jalado de un lado a otro ya que ninguno cedía a la opinión del adversario, pero el estómago de Noah al escuchar las delicias que mencionaba James empezó a gruñir por lo que James sonrió victorioso y se llevó al omega de la habitación.

Max también se levantó para desayunar acompañando a esos dos que se atrevieron a dejarlo solo - Nana, yo quiero mi café sin azúcar.

Nadie respondió a su solicitud por lo que el alfa notó que la casa estaba más silenciosa de lo normal preguntando por las criadas y el mayordomo - ¿A donde fueron todos?

- Deje que tomen unas vacaciones, han trabajado mucho estos meses por lo que es bueno que descansen un poco en su ciudad natal - Respondió Noah mientras servía a Max su café y le daba un trozo de pan en la boca - Ustedes también deberían descansar..

Los celulares de ambos alfas empezaron a sonar, por lo que tuvieron que contestar interrumpiendo al omega.

- ¿Acaso no pudieron revisarlo antes de enviarlo? Son unos incompetentes, prepara una reunión con todos los líderes de equipo estaré allí enseguida - Decía James tratando de calmarse

Mis dos alfas destinados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora