Su experiencia en la cocina era algo que nadie podía igualar, era demasiado joven pero cualquiera que observará lo pulcro que se había mantenido, diría que tuvo un largo proceso de práctica sobre el orden y limpieza desde una temprana edad.
Los últimos toques decorativos fueron dados en las pequeñas tartas de fresas con crema batida.
Sus padres y hermanos no estaban en casa, así que podía gozar de al menos una de esas pequeñas tartas antes de llevárselas a su lindo alfa. Al fin podría verlo sin la interrupción de sus hyung's.
Llevó a su boca un trozo de tartita luego de haber acomodado las ocho restantes en una cajita que había hecho con sus propias manos.
Dio un último bocado al postrecito para luego ir en busca de una notita que pegarle a la cajita de tartas, sin fijarse que su padre alfa estaba de regreso en casa habiendo sentido el exquisito aroma de dulces y encaminándose al sitio donde yacían las delicias que sólo podrían pertenecer a las que su hijo preparaba.
Kim JungWon jamás lo diría en voz alta, por temor a que su dulce omega se enfadara, pero TaeHyung superaba sus platillos en cierto grado, otros los hacía similares pero siempre había una nota de sabor distinta.
Abrió la cajita de tonalidad blanca, luego de haber deshecho el precioso y dedicado moñito.
Uno menos en la cajita no le hacía daño a nadie.
Se lamió los labios dispuesto a darle un mordisco a uno, justo cuando un gruñido se hizo presente en la cocina, deteniendo toda acción de inmediato cuando en un pestañeo la tartita no estaba en sus manos.
Su hijo había ordenado el postrecito de manera delicada, sus orejitas estaban echadas hacia atrás y sus ojos celestes como el cielo mismo habían abandonado para darle paso al púrpura.
Oh.
—No tomes las tartitas de Ggukie —un gruñido brotó ante la amenaza latente por parte de su progenitor.
TaeHyung estaba a la defensiva.
—Lo siento, cachorro de mi vida —sonrió cálidamente—. No creí que fuera a molestarte —admitió.
Por lo regular, Tae casi no hacía bocadillos y si los hacía los guardaba en una de sus tantas cajas para irlos comiendo poco a poco, que casualmente era como la que estaba en la encimera.
Podía coger bocadillo de allí sin ningún problema, su hijo jamás se había enojado por ello y al contrario de eso, terminaba ofreciéndole otros.
Un momento.
Dijo ¿Ggukie?
Sus ojos se dilataron y su ceño se frunció.
—¿Quién es Ggukie? —gruñó, su instinto protector saliendo con su cachorro.
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The Answer Is Love | KookV | Editando
FantasyTaeHyung es el último zorrito omega en su manada, muchos alfas han intentado enamorarlo e incluso propasarse con él debido a su constante negativa con ellos, pues no quiere cooperar como otros omegas para acrecentar a los de su especie; no, Kim TaeH...