TaeHyung es el último zorrito omega en su manada, muchos alfas han intentado enamorarlo e incluso propasarse con él debido a su constante negativa con ellos, pues no quiere cooperar como otros omegas para acrecentar a los de su especie; no, Kim TaeH...
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Sus cabellos azules se movieron con la ventisca fresquecita del atardecer, sus labios formaron una tonta sonrisa de labios cerrados mientras aspiraba el delicioso aroma del alfa que estaba a unos metros de distancia.
El precioso zafiro de sus ojos brillaba intensamente ante lo agradable y etérea que era la imagen que se le presentaba.
¿Cuántos días habían pasado desde que había estado así? Observándolo a escondidas mientras fingía acompañar a uno de sus hermanos mayores en su trabajo para darle las comidas preparadas por su papá omega.
Su omeguita se agitaba con emoción cuando él lo miraba de vez en cuando, seguramente sintiendo su mirada en su persona, provocando nervios debido a que mostraba un poco de torpeza de vez en cuando.
Demasiado tierno para su propio bien. El alfa de ojitos plateados le iba causar un fallecimiento de amor.
Eso de que el amor no mata sería mentira. Porque él podría morir de ternura por quien ama.
-Deja de verlo como un cachorro que mira a un dulce en manos de su padre -la voz de su hermano le sacó de su burbuja. Un gruñido de advertencia fue todo para que el omega peliazul dejara de verlo.
Un puchero se pasó por sus labios, sus ojitos contrayéndose ante los celos de su hermano y su constante trabajo de estar interrumpiendo la vista de su precioso alfa.
-Beomie-ah -lloriqueó, sus ojitos manipulando a su hermano para que se apartara de la dirección que cubría donde el alfa Jeon estaba.
BeomGyu se rió internamente, a pesar de que odiaba el hecho de que su único hermanito omega se fijará en algún alfa, en cierto modo le daba ternura. Pero no podía permitirse que su hermanito persiguiera a su subordinado en la producción de las fresas y otras frutas de temporada.
Aunque admitía que si hubiera alguien en quién confiaría a su hermanito tanto como toda la familia, era su socio, Jeon JungKook. Nunca se le había visto con un omega envuelto en sus brazos y era demasiado cordial con los omegas que conociera a pesar de que más de alguno intentará coquetearle.
Pero tampoco le gustaba confiarle internamente a su hermano, al igual que sus otros hermanos. Estaba altamente calificado como el primero de sus hermanos en ser excesivamente sobreprotector, celoso y mimador con su cachorrito.
No importaba lo que el omega Kim hiciera, ellos siempre cumplirían cada uno de sus caprichitos, todo excepto un alfa.
Un alfa estaba prohibido por todos los miembros de la familia, el único omega soltero de su manada no tendría ningún alfa de quinta del pueblo.
Mucho menos cuando todos estaban como estúpidos desesperados por procrear. La tonta idea de que los zorros se estaban extinguiendo fue algo inventado por el líder del clan, para justificarse ante su intento de harén con cualquier omega que le gustara.
