Prólogo

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Narrador Omnisciente

Los ojos de Hana se tornaron llorosos al escuchar todo lo que le había contado su mejor amiga. No se podía creer que Mikey la estuviera engañando.
Ambos llevaban saliendo desde hace casi siete meses, y es verdad que él había estado un poco distante pero ella no se esperaba esto.

— ¿Emma estas segura?— preguntó la pelinegra esperando una respuesta negativa. 

— Sí. Yo soy su hermana pero a pesar de eso tenía que decírtelo, eres mi mejor amiga. Eres importante para mí y no quiero que vivas engañada. Él ha estado llevando a esa extraña a dormir tres noches seguidas, al principio pensaba que era su amiga pero luego se empezaron a escuchar...— su amiga de detuvo e intento cuidar sus palabras o mejor dicho encontrar una manera suave de decirlo pero no pudo.

—Lo entiendo, ¿te importaría dejarme sola?— no quería echar a la rubia de su casa pero necesitaba pensar.

Emma le abrazó sutilmente y haciendo caso a su petición se fue. Decidió llamar a Mikey pero daba directamente al buzón. Fácilmente llegó a la conclusión de que estaba con la otra. Se acostó en la cama y empezó a llorar, sus ojos se hincharon al igual que el resto de su rostro.

Cuando su hermano le llamo para cenar no quiso ir, se sentía una persona miserable y se preguntaba una y otra vez que había hecho mal para que él la engañara. Preguntas cómo: "¿Qué ha salido mal?".  Eran las únicas que se le venían a la cabeza. También empezó a pensar en cómo le conoció, como empezaron a salir. Lo bonito que era todo al principio, como parecía que iba a ser para siempre. Pero al final solo eran chicos de dieciseis años, ella llegó a pensar que él solo quería vivir su adolescencia pero no entendía porque él no fue sincero con ella. Por mucho que intentara entenderlo no podía.

Los días de Hana pasaron así, ella quería esperar a que su novio le contara las cosas para poder entender su punto de vista pero después de dos semanas en las que él hacía como si nada pasara, se cansó. Estalló en un llanto lleno de gritos recriminandole a Manjiro todo de lo que se había enterado y lo mal que él ha actuado con ella. Su corazón estaba tan roto que no quería volver a verlo nunca más. Y él por su lado empezó a arrepentirse de todo en cuestión de segundos. Pero ya era demasiado tarde, ella ya le había dejado. Manjiro se quedó solo en la puerta de su casa arrepentido de todo lo que había pasado.

Desde el punto de vista del rubio esto no habría pasado si su hermana se hubiera callado. Aunque él sabía que quien estaba mal no era otro más que él mismo. No quería aceptar que Hana le había dejado.
Volvió a su casa y lo primero que hizo fue discutir con su hermana pero claramente salió perdiendo porque la única persona que había sido infiel había sido él. Con a penas dieciséis años Manjiro tenía bastante responsabilidad con su pandilla, pero a veces se le iba todo de las manos y terminaba borracho. Esas noches con esa chica que ni siquiera sabe quién es, tampoco las recuerda. Aunque el alcohol no es una excusa, él culpaba a todo lo que le rodeaba menos a él mismo.

Después de su ruptura el "no quiero volver a verte nunca" de Hana fue bastante literal. Se fue con sus padres a Estados Unidos, ya que ellos trabajaban ahí y dejó atrás toda su vida en Tokio. Pero sobre todo dejo atrás a Manjiro.
Al llegar ahí se centró en sí misma, hizo amigos y disfruto de sus años de instituto.

Por otro lado el invencible Mikey y su pandilla había quedado totalmente disuelta después de varios años. Él se dedicó a ser piloto de carreras, vivir cada día como si fuera el último y olvidar por completo todo lo vivido con su ex novia.

Ambos habían superado la presencia del otro al punto de olvidarse de su existencia.

Pero Haru, el hermano mayor de Hana iba a casarse pronto. Ella decidió volver a Japón para la boda de su hermano y para quedarse una temporada.

Todo iba bien, hasta que se vieron. Manjiro tenía el pelo negro y estaba más lindo que nunca. Ella por el contrario cambió su corte y su pelo lacio por su pelo natural, marrón, largo y hermosos rulos. Todo había cambiado pero a la vez no, tenían las emociones a flor de piel.

Bueno esto es un pequeño inicio a la historia, como veis no se me da muy bien pero quise escribir esta idea y espero que disfrutéis mucho este fic. Besitos de la escritora.

La foto que puse arriba es el aspecto de Hana a los 16 :)

Heridas Del Alma - Mikey | Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora