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Mediante cartas
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Felix era un chico australiano que, llego a corea del sur, con dificultades para aprender coreano, estaba nervioso ya que era una nueva etapa, y a el le daba mucho miedo lo nuevo, pues era alguien muy ansioso.
Al final, poco a poco fue aprendiendo coreano gracias a sus amigos, quienes lo apoyaron desde que llego a la academia.
Desde entonces era feliz en ese lugar, donde conoció a bastantes personas y ahora mismo, era bastante popular y demasiado inteligente, siendoen si un excelentedeportista, tenía a todos detrás de el.
Un día a Felix se le hizo tarde, iba corriendo por los pasillos, choco con alguien que llevaba en sus manos una pequeña carta, se disculpo y se fue a su clase.
Ese chico era Jeongin, quien se había enamorado de Felix el primer día que lo vio, si, siendo amor a primera vista, Changbin y Hyunjin lo animaban para que se le declarara pero el al ser tan tímido no podía.
Hyunjin le dio la idea de declararse con cartas pequeñas y de detalles pequeños a grandes.
Entonces, ahí estaba, feliz de ver al pecoso de bonita sonrisa y cabello rubio, se puso tan rojo cuando lo vio que le dieron ganas de huir por tanta belleza que se carga.
Éste se dio cuenta que el casillero del pecoso estaba abierto y solo algo paso por su mente, dejarsela ahí.
Así lo hizo, dejo la pequeña carta y se fue corriendo de ahí como una rata ¿Qué más iba hacer? El man era super tímido.
Se fue rápido a su clase, era romeo pero también responsable.
(...)
Felix fue directamente a sacar algo de su casillero cuándo se dio cuenta que no lo cerro.
- Debo tener más cuidado luego.. - Lo abrió y lo primero que vio fue una pequeña carta, decorada con corazones por las orillas y una estrella en el centro, a sulado una flor amarilla.
Se preguntó que diría, así que rápidamente la abrió.
Querido felix, la verdad no se escribir cartas bonitas pero eso intentare.
¿Sabes? Cada que te veo me dan ganas de correr por tu inmensa belleza, se que a muchos aquí les gustas y todos te aman, no sería yo la excepción.
Y esque, quien no enamorarse de tus bellas y deslumbrantes pecas, tus labios y ojos, tan lindos.
Tus pecas son lo que más destacan de ti, y e oído rumores de que las oidas, se que piensas que no son lindas, pero parecen estrellas, daría lo que fuera por besar tus pequeñas mejillas y que no las odiaras.
Es lo más hermoso que veo en ti, pecosito.
Atte: Un enamorado
Eso decía la pequeña carta, Felix se sonrojo y pues era verdad, odiaba sus pecas al punto de que una vez se las rasguño y rasco con esperanzas de quitarselas.
