Apolo Borghese
Golpeo fuerte el saco de boxeo una y otra vez, sintiendo como el odio desaparece por un instante y la paz regresa. No hay mejor terapia que mis horas aquí, cada minuto hace que todo sea mejor y al salir soy un hombre nuevo. Me traslado al otro lado del gimnasio ya que entrenaría bíceps, todas las mujeres me comen con la mirada pero eso ya lo veo normal. Sin darles importancia paso y me enfoco en mi rutina, pasan un par de minutos cuando escucho que saludan a alguien y ya que soy un poco... curioso observé a quién era. Veo una chica un tanto pequeña con cuerpo bastante ejercitado pero formado y bonito así como su hermosa cara, normalmente las mujeres me dan igual pero ella se mira distinta. Decido enfocarme en mi rutina e ignorar su existencia.
[...]
Ya era la hora para el encuentro con el contrincante de California. Esta pelea es importante ya que estoy intentando alcanzar los puntos necesarios para competir internacionalmente. Sólo llevo victorias así que es cuestión de tiempo el poder lograr mi cometido. Estoy con mi respectiva bata y mi short azul eléctrico por debajo.
—"Apolo ya es hora, estaré esperándote en la esquina para cuándo te llamen."— Mi entrenador Mark me avisa para poder tomar mis cosas e irme. Admiro la foto de mi madre y le doy un beso, le pido su bendición para después marcharme. Justo cuando salgo una persona choca con mi pecho y al bajar la mirada la veo, otra vez esa cara hermosa. No puedo dejar de observar sus ojos intensos que no descifro. Mark vuelve a gritarme y me voy, al llegar a la esquina la veo de reojo y sonrío levemente ya que el universo insiste en que la vea pero sinceramente no quiero volver a verla.
Llego al ring haciendo mi entrada todos aplauden, las mujeres silban y los hombres gritan mi nombre. Me preparo para el encuentro, observo como llega mi contrincante, Patrick Fuentes de California. El encuentro pasó en cuestión de minutos, con un labio partido y sangre en mis pómulos me levantan la mano indicando que he ganado, todos me observan y sonrío satisfecho. Cierro mis ojos y veo a mi madre diciéndome que está orgullosa de mi. Al abrirlos vuelvo a ver esos ojos cafés tan únicos pero no debo darle importancia así que le dedico una mirada fría que la confunde y con eso se marcha. Es lo mejor, nadie podría vivir con mi oscuridad, ni siquiera mi madre pudo.
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APOLO
RomanceEl dios de la muerte súbita. Según la historia Apolo era temido por los dioses y nadie podía controlarlo. Apolo Borghese le hace honor a su nombre, el más temido en el ring y en las calles. Un italiano misterioso y lleno de rencores, ¿Podrá alguien...