La Epopeya de Leviathan 2

Causando caos (I)

Se escucharon varios gritos desde el interior de la casa mientras yo escuchaba varios gritos y la casa quedó en completo silencio. Todavía podía sentir sus signos de vida en el interior, pero todos vieron que no podían correr y que debían estar esperando para tenderme una emboscada.

Los únicos problemas que podía enfrentar eran de Arthur Weasley y Molly Weasley y para Peter decidí mantenerme cauteloso, él también podría estar cargando su varita. Si no recuerdo mal, tenía la varita de No Nose junto con él.

Su puerta tiene bisagras y perillas de metal, así que abrí fácilmente la puerta y entré. Sentí que se escondían en varios lugares, las señales de vida más pequeñas se escondían en el piso superior y dos señales de vida en la planta baja.

Un adulto se escondía detrás del marco de la puerta de la habitación contigua mientras que el otro se escondía justo detrás del sofá para poder atacarme desde dos lados al mismo tiempo. Si tenía que subir, tenía que subir las escaleras que estaban en la habitación de al lado.

"Buenos escondites... pero bastante inútiles si me preguntas" dije en un tono tranquilo pero nadie se movió o salió de sus escondites. La arena de hierro se movía a mi alrededor lentamente, pero podía sentir que la sangre en sus cuerpos comenzaba a moverse más rápido.

"Por mí está bien si juegas así", dije y la arena de hierro que traje inmediatamente se precipitó hacia la persona que se escondía detrás del sofá.

"¡No! ¡No! ¡¡¿qué es esto?!!" Se escuchó un fuerte grito femenino detrás del sofá y tan pronto como la mujer gritó, la persona que se escondía detrás del marco de la puerta salió y me disparó varios hechizos y todos fueron detenidos por la pared de arena de hierro. Era Arthur Weasley y Molly Weasly era la que estaba detrás del sofá.

"¿Qué demonios es esto? ¿Quién eres?" Arthur Weasly gritó mientras me lanzaba hechizos. Al ver que no respondí, continuó lanzando hechizos. "¡¡Deja ir a mi esposa, bastardo!!" Arthur Weasley dijo y siguió agitando su varita mientras varios colores de hechizos golpeaban los escudos.

Arthur no pudo aguantar más "¡Bombarda Máxima!" me apuntó con la varita y una luz blanca salió disparada en mi dirección. Forcé el escudo de arena de hierro frente a mí. Tan pronto como el hechizo golpea el escudo, ocurre una gran explosión que destruye todo el frente de la casa, pero mi escudo permanece intacto.

Pronto el polvo se disipó y se pudo ver a un sorprendido Arthur arrodillado en el suelo. "Vaya... vaya... ese fue un hechizo bastante fuerte" dije con voz burlona y en ese momento mi arena de hierro se había apoderado de Arthur y le quitó la varita de las manos.

Tanto Molly como Arthur, envueltos en arena de hierro, flotaban frente a mí. "¡¡Púdrete en el infierno, mortífago bastardo!!" Molly Weasly gritó y me escupió, lo que fue detenido por una nueva pared que se levantó.

"Por favor, no me compares con esos matones mestizos Sin Nariz. Me parezco a ti en algunos aspectos... ya que yo mismo no odio a los muggles ni predico la intolerancia de los purasangres aunque soy purasangre. Seguí hablando mientras seguía caminando mirando el daño que hacían.

"Bombarda Máxima... un lindo hechizo. Es un placer conocerlos a ambos, pero desafortunadamente tengo algunos asuntos que atender, ahora, si no les importa, síganme. Dije y entré en la habitación contigua y recogí las varitas de Arthur y Molly.

"Varitas... una creación tan maravillosa pero bastante inútil. Ambos son bastante valientes e inteligentes, esperaron a que me acercara para poder atacarme. Bien..." Dije y tiré la varita a una mesa cercana. Por lo general, nunca uso el monólogo como un villano típico o un tipo malo, pero quería crear una imagen para mí, ya que esta era mi primera aparición en este personaje. Encontré las escaleras y comencé a subir las escaleras ignorando por completo las protestas que estaba recibiendo de Arthur y Molly Weasley.