Capitulo 41

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Personajes usados en esta historia no son de mi propiedad.

Créditos para sus respectivos creadores.

Advertencia:

Esta historia puede tener un lenguaje fuerte y puede tener escenas eróticas o violentas.

Queda bajo tu responsabilidad si desean seguir está historia.


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-Retrocedió presa del pánico, viendo con temor a la gran bestia qué se posaba delante de ella, y para su infortunio su espalda chocó con una roca, siendo esto algo perjudicante y desfavorable, ya qué ahora no tenía para donde correr o huir y solo pudo caer... Mientras se aferraba al pergamino qué sostenía con temblor y fuerza, y sus ojos rojos se desviaron atrás del gran animal, observando con sus retinas imprignadas en terror a sus compañeros de está prueba totalmente despedazados y los dientes afilados del causante de toda está calamidad eran decorados de la sangre de sus camaradas, y el temor al pensar qué ella sería la siguiente le carcomia y inevitablemente sus lágrimas comenzaron en recorrer sus mejillas.

-Ayúdenme....por favor qué alguien me ayude. -Lo único qué podía hacer en esta situación era suplicar en sus pensamientos, siendo ésto una acción por todo lo qué sentía, pero para su pesar nadie vendría en su rescate al estar alejada del centro del bosque, o eso creía ella, ya qué vio posteriormente como un Chicó qué portaba un báculo se posaba delante del gran osó, tan repentina fue la aparición de aquél azabache qué le asustó en menor medida.

-Amigo, calmate, sé que no quieres hacer ésto. -El habló con calma y sin miedo al tener frente de él a ese monstruo y ella vió con asombro cómo el joven se acercó y tocaba sin ningún tipo de temor el hocico del animal y ahora todo pareció cambiar, ya qué ahora mismo la bestia qué antes posaba su mirada en ella con ansias de pedir Sangre, ahora esas retinas oscuras estában con calma a la vez qué el Chicó seguía acariciándole y después de ese momento tan inesperado, el gran osó se marcharía del lugar, perdiéndose entre la maleza y el se le acercó y inconcientemente ella se encorvo más.

-Oye...¿Estás bien?. -El estiró su mano, con intenciónes de ayudar a la pelirroja, pero la chíca por su parte aún dudaba de todo, pero viendo el rostro de su salvador tan sonriente, la hizo despejar esa desconfianza y algo en su interior le decía que confiará en el, pero cómo siempre pasaba ella tenía miedo de ser traicionada nuevamente, ya qué siempre era lo mismo pero el azabache parecía ser alguien distinto y hacíendole casó a ese sentimiento tan fuerte en ella, confiaría una vez más y lentamente tomaría la mano del joven Ninja y pudo sentír en esa Palma la seguridad qué hace tanto tiempo había perdido y un color parecido al de su cabello decoró sus mejillas a la vez qué se levantaba poco a poco, y Gokú tocó su cabeza para poder tranquilizarla más y aún manteniendo en él esa expresión, qué ella no podía dejar de ver, una mirada tan inocente qué le cautivó y atrapó.
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CAPITULO 41: KARIN UZUMAKI.
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-ambos se encontraban sentados en una piedra de gran tamaño, y Gokú miraba el desastre que había en el sitio, siendo causado por el animal y la chíca qué ahora le acompañaba seguía en esa posición de melancolía y tristeza, y Gokú pudo notar eso y se imaginó qué era por la pérdida de sus seguramente amigos y compañeros qué su sangre aún seguía esparcida por todo el Prado, pero más allá de la realidad, no era por eso qué ella sentía un gran dolor en su pecho, todo lo qué ha vivido hasta esté punto la tenía así tan deprimida y sin dudas quería salir de ese sufrimiento qué siempre le atormentaba y toda esa agonía era reflejada en su piel qué presentaba múltiples marcas de mordidas unas marcas qué guardaban sus recuerdos más grises y por los cuáles quería olvidar. -"ese detalle fue notado por Goku al detallar mejor a la fémina, y no era qué se logracen ocultar, ya qué parecía qué todo su cuerpo estába así de demacrado y el se intrigó por eso".

Goku En Un Mundo Shinobi - Goku X HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora