Goku En Un Mundo Shinobi - Goku X Harem

Capitulo 52

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- el sensor dió la orden para qué el combate comenzará, y juntó a eso, la tensión subió más de lo qué ya estaba, ninguno de los dos parecía querer tomar la iniciativa, pues sólo se miraban, cómo si no hubieran escuchado la orden del sensor qué una vez más repitió lo antes dicho, pero la situación no cambió y lo único qué había era el contacto entré los temblorosos ojos pálidos de Hinata, y la roja retina del prodigio Uzumaki.

- ¿Porqué no me puedo mover?, ¿Qué me está pasando?. - Enzo razonaba en su mente, la situación se volvió extraña al percatarse qué su cuerpo no seguía sus acciones, sentía ese sentimiento qué aún no quería aceptar y siendo cómo algo instintivo, giró sus ojos hacia las gradas, allá dónde los demás participantes aguardaban y ay lo vió, la segura causa de qué no pudiera actuar, la sensación de querer cumplir con la orden impuesta por Shinsou, pero qué los fríos ojos de Goku qué lo miraban atentamente lo hacía desistir inconcientemente de cualquier acción ofensiva en contra de la heredera hyuga y aquellas dagas expresadas en retinas traspasaron su Alma, el peligro venía acompañado de toda la presión qué en esos instantes experimentaba... Y allí recordó una vez más las palabras del azabache, una advertencia qué sin duda tenía qué tenerla en cuenta, y ahora mismo estaba en contra de la espada y la pared, pues también tenía qué tener presente la orden qué el segundo al mando del clan Uzumaki le ordenó.

- el pelirrojo rompió aquél contacto qué mantenía con Goku, mirando el suelo, mientras qué veía cómo su sudor chocaba contra el concretó bajó él, y una vez más maldijo al Sayan en sus adentros por hacerlo sentír estás emociones y tenerlo en está situación tan humillante, pero Ahora, ¿Qué debería hacer?, Seguía y seguía buscando alguna solución para esté dilema y lo peor de todo era qué tenía qué hacer algo en los próximos segundos, ya no podía estar en está situación.

- pero hay vió su oportunidad, su oportunidad de por fin atacar y dejar todo al destinó de lo qué tuviera qué pasar después de esto, tampoco era qué tenía muchas opciones y con la convicción de qué con ésto encontrarían la forma de vencer a son Goku vió cómo la palma de Hinata lentamente se acercaba hacia el, y demostrando su superioridad clara, repelió ese golpe con una patada en el torso de la chica qué se arrastró con sus pies a lo largo de la zona de combate para cuándo se logró detener en su desplazamiento encorvo su cuerpo al sentír cómo ese ataque le extrajo todo el aire y logró incorporarse cuándo sintió qué recuperó un poco de oxígeno, la suficiente para volverse a lanzar sin importar nada, porqué apesar de qué su rival era fuerte no desistiria con su anheló de Mostar qué ella también era una fuerte guerrera al frente de todos, con una meta bastante clara ante sus ojos y ideales, demostrarle a Goku lo qué ella puede hacer.

Cada gota de convicción, cada gota de sudor, cada gota de aquello qué tanto buscaba en su vida Caian y Caian con las palmas qué lanzaba en contra de su oponente, ponía todo de sí y su sudor recorriendo su frente mostraba lo mucho qué se esforzaba, sin dudas no quería rendirse apesar de qué Enzo sólo esquivaba y esquivaba y ésto haria qué la motivación de proseguir se esfumaran, pero ella quería ganar, ya no se quedaría estancada más y juntó a las muchas sensaciones qué ahora mismo sentía siguió atacando sin bajar ni por un segundo la intensidad.

- pero obviamente, tanto esfuerzo tarde o temprano daría sus frutos y en un descuidó y infortunio para Enzo, un golpe por fin lo alcanzó y aúnque no fue tan doloroso el ataque, si logró hacerlo retroceder a unos pocos metros y sembró la sorpresa en todos los ninjas qué miraban el encuentro.

- ¡Hinata lo ha golpeado!. - vocifero Naruko con una sonrisa, qué mostraba la emoción por su amiga.

- Vamos Hinata-chan, tu puedes. - Goku murmuró, confiaba en la chíca apesar de qué la diferencia de poder era alarmante, a pesar de todo eso vivía en el la esperanza de qué la heredera hyuga se alzará con la Victoria y esté golpe sólo era un indicio, después de todo, el ya ha visto a guerreros vencer a oponentes mucho más poderosos a simple vista y sabía qué la fuerza bruta no lo era todo y esa era la chispa de confianza qué el son tenía sobré ella, pero también había qué tener una cosa en cuenta, y era qué Enzo aún no había contratacado de manera directa.